4. PARA TERMINAR: LA COMERCIALIZACIÓN

Zumos que recorren el mundo: los costes ambientales

Muchas empresas multinacionales que elaboran zumos y refrigerios tienen que recurrir a la importación de frutas para elaborar sus productos en las factorías. Una vez elaborados, vuelven a transportarlos al exterior en forma de bebidas, recorriendo de nuevo miles de kilómetros:

Soy un zumo de naranja que inicialmente me han obetnido en la huerta valenciana en forma de naranja defectuosa, que se ha transportado en camiones frigoríficos hasta Alemania, donde me han envasado en forma de zumo (después de esperar unas semanas en cámaras frigoríficas) y me han vuelto a llevar a Valencia para ser comercializado en el supermercado. Es decir, la naranja que os bebéis en este zumo ha recorrido más de 4.000 kilómetros, aunque sólo a 10 km. de Valencia podamos encontrar cítricos.
Soy un zumo de manzana que me han elaborado en una fábrica de Lérida. no ha sido necesario ir a buscar árboles frutales muy lejos, porque toda la comarca produce manzanas, una parte de las cuales sirven para hacer zumos (normalmente las que tienen una presentación más desagradable para el consumidor, que no significa que estén estropeadas). Esta fábrica distribuye el producto a toda Cataluña y a Aragçon. Es decir, la manzana que hay en este zumo no ha recorrido más de 200 km. para ser consumida.

Investigación: Después de este ejemplo genérico que os he puesto, mira en tu supermercado, en las etiquetas de los zumos, de donde proviene la fábrica que ha elaborado los zumos, y entérate de donde pueden proceder sus ingredientes principales (la fruta). En el caso de los zumos tropicales, está muy claro que las frutas proceden de muy lejos. ¿Crees que se podría reducir el transporte?: pon ejemplos con lo que encuentres en el supermercado. En relación a las aguas envasadas, el problema es el mismo. Intenta hacer lo mismo que has hecho con los zumos y responde también a la pregunta.

Aguas que te dejan seco

En relación a las aguas envasadas, hay que hacer una distinción: Las aguas minerales y las aguas de fuente o manantial. Las primeras recojen las aguas fósiles que brotan de gran profundidad desde un sustrato subterráneo donde se encuentra el acuífero. Este proceso puede a largo plazo eliminar el agua del acuífero si no se extrae con cuidado y moderación, pero no comporta ningún peligro para la naturaleza. En cambio, las aguas de fuente o manantial sí que son perjudiciales para el medio ambiente. Éstas provienen del agua que fluye libremente por los ríos y manantiales subterráneos. Cuando esta agua es embotellada deja de fluir, y a largo plazo, si hay una acumulación de empresas que explotan este recurso en una zona, se produce la desecación del área. Un caso flagrante es el que sucede en el área del Montseny, donde  se concentra la mayor parte de la producción de agua envasada de Cataluña (en pleno Parque Natural, hay 9 envasadoras en un radio de 4 km.). Esto puede desencadenar una serie de acontecimientos muy peligrosos: pérdida de la humedad del bosque, invasión de especies adaptadas a la sequía y a los incendios, aumento del riesgo de incendios.
También hay que tener en cuenta que muchas de las explotaciones de aguas para embotellar se encuentran en parajes de un alto valor natural. El incesante movimiento de camiones que comporta el transporte de estas aguas produce una elevada mortalidad por accidente de tráfico de un alto porcentaje de la fauna (hay que recordar que ésta es una causa importante de mortalidad de la fauna silvestre en el Estado Español), llegando a poner en peligro incluso la supervivencia de alguna especie amenazada (caso de la rana roja en la zona del Montseny).

El trato con el tercer mundo

1) La tierra usurpada

Actualmente mucha fruta que se produce para hacer bebidas procede del tercer mundo. El tercer mundo es un exportador neto de fruta. Es curioso que aunque se pase hambre se permita el lujo de sobreproducir un producto que es muchas veces un postre más que una primera necesidadd. Esto es así porque la herencia colonial todavía continúa. Casi todos los países del tercer mundo fueron antiguamente colonias que servían para producir, mediante una serie de infraestructuras que se crearon para ello, todo tipo de productos exóticos que las sociedades industrializadas “necesitaban” para enriquecer su dieta. Ahora, después de muchos años de lucha por independizarse políticamente, todavía mantienen una dependencia económica. Mal pagados y explotados, estos países no pueden reconvertir su agricultura porque están atados de manos por instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio que siguen los intereses del Gran Capital, es decir, de la banca de las naciones más poderosas.
Los cultivos de exportación destinan tierras y dinero a la producción de alimentos. En Brasil, por ejemplo, la tierra que hoy se cultiva con soja destinada a la exportación podría proporcionar cereales suficientes para satisfacer el hambre a 59 millones de brasileños. Y de hecho se podría argumentar: es igual, con el dinero que obtengan de esto podrán comprar toda la comida que quieran.
Pero desgraciadamente esto no es así. Las mejores tierras, que disponen de los avances tecnológicos y de grandes facilidades financieras están en manos de terratenientes y grandes propietarios mecenas de multinacionales que producen exclusivamente para vender, quedándose con la mayor parte de los beneficios, pagando bajos salarios y reduciendo la mano de obra. Las peores tierras, con una agricultura sin recursos y a menudo sin ningún tipo de ayuda económica, están en manos de una gran masa de pequeños agricultores. Éstos suelen producir para el autoconsumo y para vender sus productos en los mercados locales.
De hecho, el cultivo para la exportación precipita un proceso de usura y usurpación de las tierras de los pequeños propietarios por parte de los grandes terratenientes.

* Lee el texto siguiente con atención, donde se explica el engaño que sufren los campesinos para que el gran terrateniente se pueda apropiar de sus tierras:


Pedro es un campesino del Sur de Brasil que poseía dos hectáreas de tierra. Antes sobre aquel pedazo de tierra producía judías, maíz y verduras. Todo para uso familiar. Para conseguir algún dinero con que mandar a los niños a la escuela, comprar aceite, sal, jabón y otros productos indispensables, trabajaba como jornalero en grandes fincas.

Una mañana de julio, hace diez años, llegó un jeep al pueblo. Bajó de él un joven bien vestido que se presentó como funcionario público que había sido enviado allí para hablar con los campesinos. Una vez reunidos, el funcionario les explicó que el gobierno quería desarrollar el cultivo del café y que ayudaría a los campesinos dispuestos a optar por el plan. Más exactamente, les proveería gratuitamente de plantas y les concedería un préstamo inicial en condiciones ventajosas. El funcionario añadió que el café era una planta robusta y con ganancia asegurada porque el precio de venta era fijado por el gobierno.
El joven fue convincente y muchos campesinos con una cruz sobre un folio escrito con letra pequeña que no podían leer ya que son analfabetos. Entre ellos estaba Pedro, que había decidido dedicar una hectárea de tierra al cultivo del café.

En la siguiente estación de las lluvias retiraron las plantas viejas, plantaron el café y esperaron. Pero la planta del café no da fruto durante cuatro años oy estos fueron desastrosos. Sin cosecha que vender y con el alimento de autoproducción diezmado, la familia de Pedro conoció un hambre sin precedentes. Para sobrevivir consumió el préstamo del gobierno y pidió uno nuevo a un terrateniente de la zona que practica la usura. En los primeros años la cosecha estuvo a punto de perderso en dos ocasiones, debido al ataque de un insecto y un hongo. Sólo el uso intensivo de antiparasitarios había evitado lo peor, pero el dinero de Pedro había volado con los plaguicidas.
Con la primera cosecha, Pedro cometío el error de precipitarse al vender el café. Los comerciantes comprendieron que Pedro tenía una gran necesidad de dinero y le ofrecieron un precio más bajo que el oficial. Pedro tuvo que acercarse al usurero para pedirle una renovación de la deuda. El usurero había hipotecado los campos de Pedro y, cuando el valor de la deuda hubiese alcanzado el de las tierras, daría por finalizada la partida quedándose con todo, incluso con la tierra.

Fuente: Carta a un consumidor del Norte.


* Intenta completar el siguiente recuadro a partir de lo que has leído. Esto te puede servir después para exponer a tus compañeros en qué consiste el engaño que sufre el campesino.

Condiciones del primer
préstamo (Estado):
Las que dice el funcionario
o el terrateniente.
  • Plantas gratuítas
  • Préstamos con buenas condiciones
  • Precio seguro del café
  • Planta robusta
Las que imponen
  • Plantas no productivas durante 4 años
  • Préstamo limitado a 4 años
  • Precio que depende de la usura
    de los productores
  • Planta que necesita la compra de plaguicidas
Condiciones del segundo
préstamo (terrateniente)
  • Hipoteca
  • Intereses
  • El terrateniente se quedará con la tierra cuando la deuda sobrepase su valor
  • Contribuyen a acelerar la apropiación de la tierra por parte del terrateniente
Efectos del primer préstamo Los que cree el campesino
  • Esperanza en un nuevo tipo de cultivo
Los que acabará teniendo
  • Desesperación y empobrecimiento por culpa del nuevo tipo de cultivo
Efectos del segundo préstamo
  • Espera de una nueva cosecha
  • Posibilidad de beneficios finalmente
  • No hay cosecha
  • Endeudamiento total
Consecuencia final A corto plazo la tierra será del terrateniente  


En el Sur del mundo los terratenientes aplican intereses del 40, 50 e incluso del 70%, y por lo tanto no nos podemos extrañar de asistir a una pérdida progresiva de tierra por parte de los pequeños campesinos a favor de una minoría. Los resultados son escandalosos:


Intenta llevar estos datos a un formato gráfico más comprensible e impactante, esto ayudará a que tus compañeros cojan más rápido la idea que quieres transmitirles. Aquí tienes un ejemplo:



2) Invitados al postre

Pero además hay una gran paradoja: el Norte rico, en su abundancia productiva, detenta también la primacia en la producción de alimentos para los pobres; en cambio, el Sur pobre, con toda su hambre, produce lo superfluo e inncesario para los ricos.


Los principales exportadores de cereales (FAO: 1986)

MILLONES DE TONELADAS

61, USA


25 FRANCIA


23 CANADÁ


22 AUSTRALIA


13 ARGENTINA



Principales productores de plátanos (FAO:1986)

PRODUCCIÓN EN MILLONES DE TONELADAS


6,63 UGANDA


2,1 COLOMBIA


2,1 RUANDA


1,8 NIGERIA


1,5 CAMERÚN


1,3 ECUADOR


Esto es así porque quien manda en el terreno agrícola no es quien produce la fruta, es decir, los postres, sino quien produce cereales, es decir, el primer y el segundo plato. Con los cereales se controla la alimentación de todo el mundo, y también la alimentación de todos los animales domésticos del mundo. Con la fruta no se controla nada importante. Es por esto que se da esta paradoja. La economía es un juego de poderes, del que tiene más para controlar al que tiene menos, no una herramienta para distribuir razonablemente la producción y resolver las necesidades alimentarias.

 3) El plátano: un ejemplo de mercado “regulado”

El plátano es un producto muy importante en el mundo y su comercio representa en valor el segundo producto alimenticio después del café. En el terreno de las frutas, el plátano es el número uno. A pesar de ello, un 80% de la producción mundial se queda en los mercados locales, y sólo se exporta el 20%. Pero la gran exportadora de plátanos es América Latina (el 75% del total de las exportaciones), donde las exportaciones están controladas por un reducido grupo de multinacionales norteamericanas.

Una estructura piramidal

La remuneración de las exportaciones de plátanos se distribuye de forma desigual entre trabajadores del plátano (braceros, jornaleros sin tierras propias que trabajan para un propietario), pequeños propietarios, grandes terratenientes y multinacionales. Los dos primeros son muchos pero ganan en conjunto muy poco (sólo el 5% del dinero que se queda el sur en el dibujo del plátano). Los otros dos son pocas personas pero en cambio se quedan con la mayoría de las ganancias (como habrás visto en el dibujo del plátano en el caso de las multinacionales). Es más, la falta de medios de los agricultores y pequeños propietarios les obliga a depender en todo de los caprichos de los que ganan más y son menos, que son los que mandan siempre.

Multinacionales

Terratenientes

Pequeños propietarios

Braceros


Muchas condiciones laborales de los trabajadores braceros salen perjudicadas debido a este desequilibrio de fuerzas. Compruébalo tu mismo en el texto siguiente:

Muchos de los 200.000 trabajadores de las plantaciones de plátanos de colombia están obligados a trabajar una media de 67 horas semanales por una paga inferior al ya escaso salario mínimo legal. Las condiciones de vida de los trabajadores y de sus familias que viven en las plantaciones son escalofriantes.
Para superar estas situaciones, un número creciente de trabajadores se adherieron a los sindicatos de trabajadores de las plantaciones: SINTAGRO y SINTRABANANO.
La reacción de los propietarios y de los militares fue brutal. Más de 700 trabajadores fueron asesinados en 1982, y en la última ola represiva, 25 trabajadores fueron masacrados en la región de Uraba. Colombia tiene el más alto nivel de homicidios entre las naciones del mundo que no están en guerra.
En Ecuador, el plátano da trabajo a más de 123.000 personas, pero el número de sindicalizados es extremadamente bajo entre los trabajadores de la plantación. Para romper el poder sindical, las grandes empresas han pagado a los afiliados al sindicato el salario mínimo legal, mientras que pagaban mejores salarios a los trabajadores restantes. Además, dan los trabajos más duros a los trabajadores de los sindicatos. No es extraño que sólo 200 trabajadores en las plantaciones estén sindicalizados.

* ¿Cuáles son los principales abusos que sufren los trabajadores del plátano? ¿Qué crees que les da más miedo a los grandes propietarios de las plantaciones? ¿Por qué?

Un comercio protegido pero injusto

El reglamento en Europa del comercio de plátanos establece una distinción entre diferentes países exportadores. Esta distinción radica en el tipo de aranceles que sufrirán los plátanos de exportación cuando lleguen a las fronteras de la CEE. Los aranceles son tasas que se ponen como barrera para impedir que un determinado producto invada un mercado local. Esto sirve para proteger al sector agrícola del propio país (en este caso de la CEE), ya que de esta forma los precios de los productos locales son menores, o en el peor de los casos menos caros, y pueden competir con fuerza en el mercado. También puede servir para dar ventajas a ciertos países y discriminar a otros, siguiendo múltiples razones.
En el caso del plátano, los criterios para establecer estas barreras son exclusivamente geográficos e históricos:



En cierta forma, las grandes potencias mundiales se han repartido el mercado, los norteamericanso con latinoamérica, y los europeos con las ex-colonias africanas, caribeñas y asiáticas.
Pero esto no ha gustado a todo el mundo, ya que las multinacionales más poderosas del sector (que son americanas) quieren todo el pastel, y reclaman que se quiten las barreras arancelarias.
Pero quien sale perdiendo en  este reparto entre superpotencias, sin duda, son los trabajadores del Sur, pobres y endeudados, que necesitan del comercio de plátanos para sobrevivir. Un ejemplo de esto ha pasado en Honduras, donde 4.000 trabajadores del plátano se quedaron sin trabajo de la noche al día cuando un gran número de plantaciones tuvieron que cerrar sus puertas en 1994. Estos despidos fueron una consecuencia directa de la nueva política de la CEE en relación a los plátanos. Los nuevos aranceles impuestos hicieron caer las importaciones en este país en un 90%.

Alternativas para un Comercio Justo

Las medidas arancelarias que no discriminan entre plátanos hechos en condiciones dignas, con un respeto hacia el medio ambiente y a las condiciones de trabajo de los trabajadores, y plátanos producidos de cualquier forma, sin ningún prejuicio ético ni respeto a nada, excepto al beneficio monetario, son medidas que no resulven los problemas de la gente del tercer mundo.
La voluntad de las multinacionales norteamericanas de eliminar estas barreras no se debe a una preocupación social ni ambiental, sino simplemente a una ambición por ocupar nuevos espacios de mercado.
Es por esto que sería necesario cambiar esta dinámica, si queremos comer plátanos que no estén manchados por la miseria y la desgracia.

*Propón un modelo alternativo arancelario, o una forma diferente de organizarse los países del tercer mundo para pode salir del callejón sin salida donde se encuentran. Piensa sobre todo en: