¿Y ahora qué? Confirmado por y en el Poder por las urnas, Liamin Zerual sin duda, ha ganado una batalla, ¿pero podrá ganar la guerra?. La Primera prueba para él sera hacer realidad ese eslogan que tanto ha repetido durante la campaña electoral "ni candidato del Ejército ni del Sistema" ,ante la dura realidad cotidiana y sobre todo ante ciertos generales del Estado Mayor del Ejército que pondrán seguramente a prueba esa supuesta independencia y la libertad de movimientos que el presidente proclama. Entre los gestos de la esperanza citados anteriormente, se hecha en falta, por otro lado, uno que sería mucho más que un gesto, como el organizar una conferencia o encuentro de reconciliación nacional, preámbulo de un alto el fuego y de unas elecciones legislativas realmente libres. ¿tomará esta iniciativa?.

El semanario argelino La NATION en su número del 21 al 27.ll finalizaba con otro interrogante ,un artículo titulado: Por la Paz!: "...Zerual, elegido por la paz y la democracia, ¿sabrá capitalizar el voto de castigo contra los años de terror y de represión y accionar la necesaria apertura democrática, o bien se dejar convencer de que el voto que ha recibido es un voto de refugio para un nuevo "pequeño padre" de la nación que el Sistema se encargará de marcarle el paso?..."

Efectivamente, esa es la otra opción, la de ceder a las tesis erradicadoras que utilizan la argumentación de la necesidad de aniquilar a los islamistas para frenar la democratización, y que la euforia politica del éxito electoral dé paso a un renovado impulso de euforia militar, con un recrudecimiento de las campañas militares, de los "grupos de autodefensa rural" y de la represión.

Una cosa está clara tras las elecciones; el vencedor absoluto de éstas es el deseo inmenso de reconciliación, de paz y de democracia; como en diciembre del 91, en noviembre del 95 el pueblo argelino ha dado un sí a las urnas y un no rotundo a las armas. El tiempo tiene las respuestas a los interrogantes presentes y el paso de él despejará las incertidumbres.