VICTORIAS ELECTORALES DEL FIS


Los resultados de las elecciones municipales y provinciales de 1990 no dejarán lugar a dudas sobre el caracter de fuerza politica más importante. El 12 de junio de 1990 se celebraron las primeras elecciones, con un marco minímo de libertades democráticas en las que el Poder argelino, omnibulado por 25 años de absolutismo, se vió sorprendido por la aplastante victoria de los islamistas que se beneficiaban de la división de la oposición y del descrédito general del FLN. El FIS se hacía con más de la mitad de los ayuntamientos del país, con las alcaldías de la mayoría de ciudades medias y conseguía buenos resultados en las capitales importantes de Argelia. Este voto masivo (59%) era ante todo resultado de, como los comunistas habían hecho antes en Europa, recoger los frutos de las frustaciones sociales y del deseo de justicia que ahora, en este caso, venía dado tras el fracaso de los modelos socialistas y el incipiente "liberalismo salvaje" que se quería instaurar en Argelia.

Un ejemplo ilustrativo de lo anterior: barrio de Bourouba, de la localidad de Al.Harrach ,cercana a Argel, alrededor de 100.000 almas inexistentes para los poderes públicos, con gran presencia de barraquismo como solución a la escasez de vivienda; uno de los barrios más pobres de los alrededores de la capital. Sin hospital alguno, escuela, centro comercial y estructura socio-educativa (centro cultural, guarderia, etc.), fugas de agua por cada rincón del barrio, construcciones que ignoran totalmente las normas urbanísticas más elementales y una burocracia pública que no sólo ignora todos estos problemas de la población, sino que bloquea toda iniciativa local en vistas de mejorar la calidad de vida del barrio.

Los resultados electorales no seran ajenos a esta situación, el FIS arrasará, pero no porque para los vecinos de Bourouba la instauración de la República Islamica sea una prioridad absoluta. Ahcen, vecino del barrio lo veía así: "... nosotros los desfavorecidos sólo queremos una república donde la justicia impere. Hemos visto en el FIS, un partido que combatirá el pillaje, que atacará la corrupción y expulsará a los incompetentes de la administración. El resto, es un asunto de expertos; se reprocha a éste partido el no tener una política económica clara. Mira lo que los otros han hecho con su socialismo y todos los "cerebros" que han trabajado para ellos. Que es lo que han hecho. Nada! Los otros partidos políticos, a excepción de los grandes, estan ausentes de la sociedad..."

Éste era el pensar de mucha de la ciudadanía argelina y de los votantes del FIS; pero un año después del triunfo islamista la política municipal de éste demostraba navegar entre un voluntarismo inexperto y el utopismo islámico. Carentes de experiencia en la gestión pública, las promesas de una vivienda digna y de pleno empleo chocan con la situación de caos, bancarrota y dependencia del Estado. Su estrategia pasará entonces por intentar acorralar al Gobierno exigiendo la celebración de elecciones legislativas y por la petición de adelanto de las presidenciales, convencidos de su victoria que les traería un mayor poder de decisión.

Volcados en esta estrategia, las movilizaciones son permanentes y miles de jóvenes recorren las principales ciudades argelinas orgullosos de su transformación, ya no son víctimas impasivas de las drogas, la pequeña delincuencia y del contrabando, ahora son disciplinados militantes islamistas que abrazan el Corán y sus preceptos como referencia identitaria que da sentido a sus vidas; trabajando para el nuevo poder municipal participarán en el cierre de bares, cancelan espectáculos, dirigen campañas a menudo violentas " de decencia femenina" y en "defensa de la mujer musulmana".

Por su parte, el gobierno de Chadli Bendjedid se siente desbordado y bloqueado, desata una contundente represión violenta con redadas masivas en los barrios populares y contra las manifestaciones. Abassi Madani, Belhadj y otros dirigentes del FIS son detenidos por "incitar al desorden", pero no se quiere romper la baraja democrática aún; el Ejército espera con ansiedad que el próximo mes de diciembre de 1991, fecha de las elecciones legislativas, el FIS no obtenga más del 4o% de los escaños del Parlamento, lo que le obligaría a compartir el poder con el FLN y, quizás con otros partidos.

Mientras tanto en las filas del movimiento político-religioso islamista el debate, nunca cerrado definitivamente pero hábilmente manejado por su dirección hasta el momento, entre vía institucional y vía armada recobra fuerza, pero ahora con los dirigentes históricos en prisión condenados a largas penas de cárcel por "insurrección" (habían proclamado una huelga general ilimitada para exigir al gobierno el cumplimiento del calendario electoral) y la represión policial golpeando duramente, la balanza se empieza a inclinar hacia las propuestas del empleo de la violencia. La vía institucional ha fracasado, afirmarán sus detractores.

En octubre y noviembre de 1991 algunos grupos islamistas que no pertenecían al FIS, como HICRA WA TAKFIR, de ex-combatientes en Afghanistán, de expulsados del FIS por su radicalismo y de miembros de éste partido desencantados de la vía institucional, inician acciones guerrilleras que golpearán directamente al Ejército; éste ve con preocupación la posición del gobierno dirigido por Chadli al que acusan de debil frante al "desafío islamista" ,y se empieza a hablar de "ruido de sables".

En este cuadro se celebra la primera ronda de las elecciones legislativas el 26 de diciembre, donde el FIS vuelve a obtener un rotundo éxito, si bien pierde algunos miles de votos con referencia a las municipales del año anterior, de casi los tres millones de votos obtenidos entonces, ahora conseguirá poco más de dos millones, obteniendo 188 escaños de los 231 en liza, por delante del FFS con 25 escaños y doscientos cincuenta mil votos y el FLN con 15 escaños y cincuenta y cinco mil votos.. La celebración de la segunda vuelta, que debe celebrarse en Enero de 1992 daría muy probablemente las 2/3 partes del Parlamento al FIS, lo que le permitiría, por ,ejemplo, modificar la Constitución de 1989, establecer legalmente una República Islamica y desde luego, lo más preocupante para la casta que dirige el poder, cambiar radicalmente la estructura social y económica de éste. En definitiva desplazar de él a la nomenklatura del ejército y del FLN, que tras 25 años en el poder nadan en la corruptela y los privilegios.

Los temores de una situación así también son compartidos por una parte de la sociedad civil que si bien en algunos casos ha sido crítica con el poder militar, en los más ha dormitado y se ha beneficiado social-políticamente de él, como las minorías laicas del RCD (Agrupamiento por la Cultura y la Democracia), marxistas del PAGS-AT.TAHADDI, intelectuales francófonos, sindicalistas del ex-sindicato único UGTA etc. Todos ellos brindarán satisfechos cuando el 12 de Enero de 1992, el ejército argelino apueste por la solución golpista y dé por concluida la experiencia democrática, haciendo de esta manera, realidad unas palabras del dirigente del RCD, Said Saadi en un debate televisivo electoral con Abassi Madani, en el que dirigiéndose a éste y al calor del debate le dijo: "...nunca permitiremos que el FIS llegue al Poder".

Tras este hecho,se hizo y se hace complejo definir con claridad los diferentes actores y la correlación de fuerzas dentro del movimiento político-religioso islamista en Argelia. Con la mayor parte de los líderes públicos encarcelados o en el exilio han aparecido en la escena política figuras nuevas, una especie de relevo involuntario y casi espóntaneo, resultado de la brutal represión. No obstante, es un hecho, que éste movimiento ha sobrevivido a la represión y a la violencia por lo que, independientemente de las alianzas y divergencias pasadas y presentes en su seno, parece continuar gozando de suficiente respaldo popular para perdurar como principal alternativa frente al Poder oficial argelino.

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