EL BOOMERANG DE LA DROGA: EL CASO DE BOLÍVIA

Bolivia

Para la mayoría de sus ciudadanos, la vida en Bolivia es dura, brutal y breve. Es el país más pobre de América Latina; tiene la expectativa de vida más baja del continente -unos 50 años- y las tasas de mortalidad infantil más elevadas, la desnutrición es crónica y el 85% de la población rural vive por debajo de la línea de la pobreza-.

El principal producto que exporta el país es, o al menos era, el estaño, pero el mercado del estaño se ha ido a pique. No parece una coincidencia que Bolivia tenga también la economía más dependiente de la cocaína de la región.

El propio gobierno boliviano calcula que medio millón de sus ciudadanos intervienen en él cultivo, la transformación y el transporte de la coca y de sus derivados. Dado que Bolivia tiene sólo 7 millones de habitantes, con quizá 2 millones de población laboral (la cifra oficial es de 1,7 millones), esto significa que un puesto de trabajo de cada tres o cuatro está en las actividades relacionadas con la droga. Según el ex-ministro de Economía boliviano Flavio Machicado, el medio millón de personas que participa directamente en el negocio de la coca genera, a través de sus ingresos, más actividad económica creando como mínimo otros 300.000 puestos de trabajo. «He dicho muy claramente, cada vez que he tenido ocasión, que se produciría una catástrofe social y económica ( ... ). Si desaparecieran los narcóticos de repente, se dispararía el desempleo, habría protestas abiertas y violencia, afirma Machicado".

La coca es una planta resistente, de rápido crecimiento y con varias cosechas al año. Bolivia puede producir entre 100.000 y 150.000 toneladas métricas de hojas de coca en las aproximadamente 70.000 hectáreas (175.000 acres) dedicadas a su cultivo. Esta cantidad es mucho más que suficiente para satisfacer las necesidades de los bolivianos. Como en el resto de los Andes, una pequeña parte de la cosecha de coca es perfectamente legal: algunas hojas se mastican, otras se utilizan para fabricar vinos o mate (té) de coca, un eficaz remedio para el mal de altura andina (la autora bebió por su propio bien varios litros de té de coca en Perú). Estos productos se venden en comercios y supermercados. Sin embargo, en los últimos años se viene combinando una enorme demanda procedente de Estados Unidos con una crisis económica sin precedentes en Bolivia, lo que ha desatado una prodigiosa expansión de la producción de coca. En 1972-74, sólo se produjeron unas 9.000 toneladas al año, destinadas casi en su totalidad al consumo interno, frente a las 100.000-150.0000 toneladas cultivadas a principios de la década de 1990.

En 1988, los cultivadores de coca obtuvieron cerca de 316 millones de dólares de beneficios: una cantidad superior al valor total de la restante producción agrícola boliviana que asciende a unos 300 millones de dólares.

 

Relaciona este texto con el anterior "un poco de historia" y responde:

1. Que relación hay entre el plan de austeridad del F.M.I. y el crecimiento del cultivo de la droga?

 

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