JUGAR A APRENDER
EL INICIO DEL JUEGO
Durante los primeros dieciocho meses la niña/o se relaciona con el mundo a través de sus sentidos y actuando sobre él. Sólo actúa. Sólo existe el aquí-y-ahora. Su primer juego es conseguir repetir movimientos fortuitos de su cuerpo (meterse la mano en la boca...). Su siguiente juego es intentar reproducir reacciones en objetos de fuera de él (mover un sonajero) y jugará a esto una y otra vez moviendo su mano hasta conservar este movimiento. Poco a poco, irá variando estos móvimientos en lo que supone una auténtica experimentación. Despúes relacionará los «movimientos» de los diferentes sentidos, lo que le permitirá dar solución a «problemitas" nuevos.
En este periodo hay un juguete esencial, la persona que está con él, que le cuida, que le habla, que le canta, le acaricia y juega con él. Que le da 20 veces el chupete que él/la bebé ha tirado diecinueve. La relación con esta persona/s es una necesidad tan importante como la alimentación, y de igual modo es algo básico para un buen desarrollo. El chupete y el sonajero son los siguientes mejores juguetes, y todas las cosas que se pueden chupar, mover, hacer sonar. En resumen, que respondan a sus acciones.
DEL GATEO AL MONOPATIN
Alrededor del año, la niña/o comienza a moverse, repta, gatea, se mantiene de pie, anda, corre, salta... Cada una de estas etapas es necesaria. Para que corra es necesario que haya andado, y para andar es imprescindible gatear. Tener seguridad en su cuerpo le ayudará a tener seguridad en el resto de cosas. Su cuerpo es un juguete privilegiado para aprender a pensar (¿cómo tengo que poner las piernas para columpiarme yo sola/o?).
De nuevo cualquier cosa que fomente su movimiento de forma segura será un buen juguete: el campo, el parque de tu barrio, unas escaleras seguras.
El primer juguete será, no cabe duda, una colchoneta en la que pueda gatear a sus anchas, luego juguetes para empujar mientras se anda, arrastres, correpasillos, pelotas, triciclos hacia los tres años, patines, bicicletas, hasta llegar alrededor de los seis años al monopatín (no te olvides de regalarle un casco, coderas y rodilleras).
JUGAR A HACER "COMO SI"
Durante su segundo año de vida la niña/o adquiere una capacidad nueva de trascendental importancia para su desarrollo, la capacidad de representar, que le permite salir del aquí-ahora. Ahora puede decir lo que ha hecho o lo que va a hacer, imitar algo que ha visto que no está presente, dibujarlo, y especialmente importante por la cantidad de tiempo que pasa en ello, «jugar a hacer que». En este juego desarrolla una capacidad intelectual fundamental del ser humano: la de dar a un objeto un significado distinto del propio en función de semajanzas cada vez menores. Además, este tipo de juego le va a introducir en la sociedad; a través de él descubrirá realidades, algunas muy lejanas (el hospital, la selva...) y de aquí la importancia de que esté libre de estereotipos sexistas o valores antisociales. Por último, el jugar-a-hacer-que le permite «jugar» sus preocupaciones, expresándolas y buscando soluciones.
Por supuesto esta es una de las mejores formas de desarrollar el lenguaje.
Los mejores juguetes son sus amigos. Con ellos y pocas cosas más, inventará sus mejores aventuras y se entrenará en las habilidades de cooperación y negociación. Cualquier cosa se puede convertir en cualquier otra, pero hay algunos juguetes que no deben faltar. Un teléfono, cosas para cocinar, telas para disfrazarse, muñecos y peluches, juguetes para oficios.
A los dos años, por ejemplo, comienza con proporcionándole muy pocas cosas, bien grandes; a los tres y cuatro pueden tener, no sólo una cocina y unas sartenes, sino vasos, platos, rallador, mortero, disfraces. De cinco en adelante puedes meterte en el campo de las cosas pequeñas, ya puede «hacer que» pequeños muñecos vivan una situación, planificada y complicada. Pueda pasar de «actuar» a «dirigir».
JUGAR A "HACER QUE" (II)
Junto al juego simbólico (así se llama lo anterior) se encuentran el lenguaje y el dibujo.
Pintar es un auténtico juego. Dejar marca es uno de los descubrimientos más emocionantes. En un primer momento se centrarán en e¡ trazo, en el colorido, posteriormente aparecerán garabatos y representaciones de la realidad cada vez más completas. Los materiales que utilicen deben dar fruto con muy poco esfuerzo de tu niña/o. Así que no le dejes tu bolígrafo.
Además de en el juego simbólico el lenguaje se desarrolla en dos de los juegos preferidos por niñas y niños: cantar y contar. Las canciones y los cuentos son divertidos y desafiantes. Saber qué viene después, y acertarlo les da una importante sensación de control sobre el mundo. Por esto nos piden que el cuento se mantenga (¡no, así no es!). Nada mecánico puede sustituir en un primer momento a la voz humana.
En el cantar comienza con rimas y canciones muy sencillas. Hacia los cuatro años un cassette resistente y fácil de manejar puede multiplicar sus posibilidades, más aún si lleva micrófono incorporado.
Con respecto al contar comienza con cuentos de tela y plástico, los leerá chupando. Entre los dos y los tres años cuentos de hojas duras con historias muy sencillas, para continuar con cuentos cuya historia se pueda seguir a través de los dibujos. A partir de los seis años, el texto empieza a tener un lugar. Que irá creciendo hasta llegar a los grandes autores/as de la literatura infantil y juvenil. (Mira el apartado de Bibliografía y Recursos).
Para el dibujo deja que comience utilizando su mano a modo de brocha, luego puede usar brochas y gruesos pinceles para pintar con tém pera o acuarela líquida, luego vienen las pinturas de cera, los rotuladores gruesos y por último rotuladores finos y lápices de color. Con respecto a la cantidad sigue el mismo criterio que en anteriores apartados. Que comience con un sólo color.
LAS CONSTRUCCIONES
Mediante las construcciones niñas y niños se introducen en el emocionante mundo de la matemática. Jugar con el espacio es una tentación incluso para los adultos. Muchas veces las construcciones forman el escenario de apasionantes juegos simbólicos. Otras la emoción de la construcción por sí misma envuelve a la niña/o. En su actividad clasificará piezas, seriará, igualará alturas... todo por su propio interés.
Tres características son necesarias en una buena construcción: un fácil encaje, una buena estabilidad y un fácil desencaje. El tamaño es un factor importante pero de poco sirven grandes construcciones imposibles de desencajar para una personita de tres años. Los bloques de construcción de madera son un juguete que ha pasado al test de los años, pero si en tu casa hay más de una niña/o y corre el riesgo de que se lo destruyan constantemente, mejor busca algo cuyas piezas encajen. Por último da variedad también a este apartado. Incluso la mejor construcción aburrirá a tu niña/o si todo lo que tiene se engancha de la misma forma. En un primer momento grandes bloques de goma espuma pueden colmar las aspiraciones constructoras de una niña/o; a los tres años pueden disfrutar con grandes construcciones de madera. También existen unas curiosas construcciones de madera que se mantienen unidas con velcro, encajes mediante bisagras, ranuras, pinchos de plástico o las más tradicionales como «Lego» en sus dos tamaños o «lente» son algunas de las posibilidades entre las que puedes elegir.
Los puzzles. Los puzzles son caros. Un buen puzzle no puede ser muy fácil ni muy difícil, y es complicado elegir el que le «viene bien» a un niño/a. Además enseguida se le «quedan pequeños". Una vez que se sabe hacer, ya no presenta apenas desafio. Puede que la mejor solución sea la que se hace con la ropa de los bebés, pedirsela a los amigos y las hermanas, probársela y si es adecuado para su momento dejárselo «puesto».
LOS JUGUETES NATURALES
A través de los diferentes apartados hemos intentado dejar claro que un buen juguete no tiene por qué ser comercial. Y que hay excelentes juguetes. Pero queremos dedicar unas líneas a la arena, la arcilla, el agua, los piedras y los palos. Niñas y niños de todas las sociedades han jugado con estos elementos. Y parece que están diseñados especialmente para el juego infantil. Fácilmente modelables invitan a la creatividad.
En la arena el cambio de textura que se produce al echarle agua, las enormes posibilidades que ofrece para la construcción (montaña, canales, carreteras...) hacen de ella un juguete perfecto. Las posibilidades de modelado que presenta la arcilla (o para más peques la masa de pan) debería desterrar a la plastilina de las casas. Cuando la arcilla está húmeda es fácil de modelar y al secarse permite jugar con lo modelado. Si se hornea la pieza (un cubo de hierro lleno de serrín y virutas es un horno perfecto) las posibilidades de juego aumentan ya que podemos echar agua sin que se nos deshaga y es mucho más resistente.
El agua es de por sí un liquido mágico; un bote de plástico, una chistera; embudos y tubos de goma la varita, y colorante alimentario los polvos mágicos. ¿Cómo se va a resistir tu hijo/a? Para evitar naufragios proporciónale un delantal de plástico y ten a mano una fregona.
Con las piedras y los pelos, igual, materiales únicos para desarrollar la creatividad y por lo tanto la inteliligencia.
JUGUETES QUE FOMENTAN LA COOPERACIÓN
Tener una imagen amistosa de los demás es muy importante. Muchos de los problemas que sufrimos de mayores provienen de la falta de destrezas sociales o de la sensación de no ser valorado por los demás. Normalmente la timidez, la inseguridad, la confianza en las demás y la autoestima se construyen en los primeros años. La elección de juguetes y materiales de juego diseñados para que la diversión aumente con el número de jugadores ayudará a niñas y niños a alcanzar estas destrezas. Por supuesto que todos los materiales de juego simbólico son una invitación a la cooperación, pero junto a esto podemos añadir otros muchos juguetes. Existen triciclos para tres niñas/os. Existen juegos de mesa diseñados para que todos los jugadores se ayuden a IC consecución de un objetivo común y no de objetivos excluyentes.