"No queda otra alternativa"
El País, Madrid

Marzo, 24 de 1999.
El secretario general de la OTAN, Javier Solana, convocó anoche a la prensa internacional para comunicar su decisión de autorizar el bombardeo de Serbia. Este es el texto de su declaración:
        "Acabo de ordenar al comandante aliado en Europa, general Clark, que inicie las operaciones aéreas en Yugoslavia. He tomado esta decisión después de extensas consultas en días pasados con los aliados y después de que haya quedado claro que el último esfuerzo diplomático del embajador Holbrooke en Belgrado no ha tenido éxito.
        Todos los esfuerzos para lograr una solución política negociada a la crisis de Kosovo han fracasado. No queda otra alternativa que llevar a cabo una acción militar.
        Llevaremos a cabo la acción dado el rechazo del Gobierno de la República Federal de Yugoslavia a las demandas de la comunidad internacional: aceptación del acuerdo poñlítico que fue negociado en Rambouillet; completa observancia de los límites del Ejército serbio y de las fuerza especiales de la policía acordado el 25 de octubre, y fin del uso excesivo desproporcionado de la fuerza en Kosovo. Como advertimos el 30 de enero, el no incumplimiento de estas condiciones llevaría a la OTAN a adoptar aquellas medidas que fueran necesarias para evitar una catástrofe humanitaria.
Intransigencia yugoslava
La OTAN ha respaldado completamente todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, los esfuerzo de la OSCE y los del Grupo de Contacto. Lamentamos profundamente que estos esfuerzos no hayan tenido éxito, debido enteramente a la intransigencia del Gobierno de la República Federal de Yugoslavia (...) Deseamos además apoyar los esfuerzos internacionales para asegurar  la aceptación yugoslava de un acuerdo político provisional. Un acuerdo político viable debe ser garantizado por la presencia militar internacional.
        Queda abierta la posibilidad al Gobierno de Yugoslavia de mostrar en cualquier momento que está dispuesto a aceptar las demandas de la comunidad internacional. Espero que sea así.
        Al mismo tiempo, apelamos a los albanokosovares a que permanezcan firmamene comprometidos en el camino de la paz que eligieron en París. Urgimos en particular a los elementos armados kosovares a que se refrenen ante acciones militares de provocación.
        Voy a ser claro: la OTAN no está en guerra con Yugoslavia. Nuestro objetivo es evitar más sufrimiento humano y más represión y violencia contra la población civil de Kosovo. Debemos actuar para evitar la inestabilidad en la región (...) Conocemos los riesgos de la acción pero estamos de acuerdo en que la inacción acarreará incluso mayores peligros (...) Debemos hacer que un régimen autoritario para la represión contra su pueblo en Europa al fianl del siglo XX":