Publicado el
Jueves
15 abril
1999
Los refugiados culpan al Ejército yugoslavo del ataque
AGENCIAS/R.L
Washington/Kukes
Fuentes aliadas comenzaron a evocar ayer por la tarde la posibilidad de que hayan sido las fuerzas serbias las autoras de la matanza "para vengarse del ataque aliado contra el convoy militar serbio". Según estas fuentes, la OTAN no descarta "que haya sido un montaje serbio". Esa hipótesis, lanzada tímidamente, se fue reforzando a lo largo de la noche con los testimonios de los supervivientes albanokosovares que llegaban a la frontera con Albania y contaban su versión de los hechos.
Uno de estos refugiados, un joven de 23 años, contó al llegar al campamento albanés de Kukes que "los aviones [que atacaron el convoy] volaban muy bajo y eran Mig serbios". El testigo contó que su hermano perdió una pierna en el ataque. Otro superviviente, Sabrie Hasani, de 45 años, contó que fueron bombardeados cerca de Prizren. "Después llegaron soldados serbios con cámaras y filmaron la sangre y los muertos y nos dijeron que nos fuéramos y que dijéramos que había sido la OTAN", explicó este refugiado natural de Drenica. La versión de estos dos testigos fue avalada por otros 10 refugiados.
El portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon, aportaba esta madrugada (hora peninsular española) otros testimonios para reforzar la tesis: "Unas dos horas antes de llegar a la frontera, [unos 600 albanokosovares] fueron atacados por aviones yugoslavos que destruyeron dos tractores cargados de civiles". Eso sí, Bacon matizó que son informaciones "preliminares". Los datos de los que disponía el ministro de Defensa alemán, Rudolf Scharping, también apuntaban esa versión, la del montaje serbio: "Todo indica que fue la artillería serbia la que disparó y después lo presentaron como un error de la OTAN".
Una "nueva mentira"
Para los refugiados que han salido de Kosovo en las últimas horas el asunto está claro. "¡Eso es propaganda serbia!", exclamó anoche Hamdi entre tractores de refugiados. No había escuchado la noticia del supuesto error de la OTAN en Jakova (Djakovica para los serbios), en el suroeste de Kosovo, donde Belgrado sostiene que misiles aliados han causado la muerte a al menos 70 kosovares. "Carezco de radio. Los serbios me quitaron todo". Al lado de Hamdi, un joven que ronda los 25 y se llama Nazmi, le interrumpe con una palmada en la espalda: "Yo sí lo he oído, pero no me creo lo que dicen. Es una nueva mentira de Milosevic. Seguro que han sido los propios serbios los que han atacado a esa columna de refugiados para poder culpar después a América".
El corro crece en curiosos entre el barro y la noche. No hay luz y hace frío. Éstas son las condiciones en las que duermen miles de personas, víctimas de la limpieza étnica a este lado de la frontera desde hace dos semanas. Alí, que tenía su casa en la zona de Malisevo, a unos 30 kilómetros al noreste de Jakova, tampoco se cree la noticia. "Los serbios son unos maestros de la mentira. En mi comuna se han dado varios casos de ataques de policías vestidos con uniformes del Ejército de Liberación de Kosovo y así poder echar la culpa a la guerrilla, o de asesinatos de civiles para colocar sus cuerpos en zonas donde bombardeaba la OTAN. ¡Éstas son las mismas mentiras de siempre!".
Cada pregunta en cualquier punto de ese campamento oscuro, sin electricidad, ni letrinas, genera un coro automático de refugiados que terminan por contarse entre ellos la ristra de propagandas descubiertas al régimen de Belgrado. Les explico que la OTAN no es infalible, que los misiles se disparan desde mucha distancia sin divisar siquiera el blanco que se va a destruir, que existe la posibilidad de un error humano, que hace unos días, esta misma Alianza destrozó por equivocación un tren serbio. Hamdi, tras meditarlo un rato, dice: "Yo sigo pensando que no es un error. ¡Es propaganda serbia!". Alí, algo confundido por la historia del tren, concede: "Bueno, es posible que pueda ser un error".
Ante la posibilidad de que haya sido un error de la OTAN, un viejo, que no desea dar su nombre por miedo, añade: "Mucha más gente está matando Milosevic". ¿Cambiaría este posible error su opinión de la Alianza Atlántica? "¡¡¡Noooooo!!!", salta Nazmi. "¿Cómo crees que podemos cambiar así, de repente, por un error. La OTAN es la única que nos protege. La guerra puede ser larga, pueden suceder más errores. Pero lo más importante es que a decenas de miles de kosovares les han expulsado de sus casas, robado todas sus pertenencias, y obligado a huir. Sin la OTAN no existiría la esperanza". Hamdi, al final, sale de su letargo, y exclama: "La OTAN es lo único que tenemos".
