METODOLOGÍA EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Francisco Cascón







Cada vez más nos damos cuenta de cómo, a pesar de estar a las puertas del siglo XXI todavía no hemos aprendido a resolver conflictos de una manera constructiva, justa y noviolenta. Es más, para mucha gente, el conflicto se ve como algo negativo, a evitar. Esta idea viene motivada por el hecho de que cuando pensamos en conflicto inmediatamente lo relacionamos con la forma en que habitualmente vemos que se resuelve: la guerra, la violencia. De ahí que identificamos conflicto con algo malo, aunque en realidad sea la forma de resolverlos y no, ellos en sí mismos, lo negativo. Pero de esta interpretación surge el que intentemos evitarlos y huir de ellos, sin darnos cuenta, muchas veces, de que el conflicto es algo vivo, que sigue su curso incluso a pesar de nuestra huida, o precisamente por ella.

No es de extrañar que tengamos esa imagen. Si miramos, la historia está plagada de guerras y son muy pocos los ejemplos de otros modelos que podemos encontrar. A su vez, si miramos la programación televisiva, los juguetes (especialmente videoconsolas), los modelos que se nos dan de resolución de conflictos son siempre violentos. Si a ello le sumamos la situación de violencia estructural (paro, pobreza, desigualdades, ...) presente en nuestro país y en el mundo, tenemos el caldo de cultivo perfecto para que los actos de violencia sean cada vez más un hecho cotidiano.

Desde la educación para la paz vemos el conflicto como algo positivo e ineludible que debe ser centro de nuestro trabajo. Para ello trabajaremos con los que cotidianamente tenemos más cerca (interpersonales, intragrupales, etc.) en lo que llamamos microanálisis, y aprenderemos a entender los grandes conflictos (internacionales, mundiales, ...) en lo que llamaremos macroanálisis.

La idea de que los conflictos son algo bueno parte de dos consideraciones básicas:

Desde estas ideas "SÓLO" queda plantearnos cómo educar en el conflicto, cómo aprender a analizarlos y a intervenir en ellos de manera noviolenta. Ése es el reto, y a continuación tenéis algunas pistas para trabajar en esta dirección.

1. Enfoque socioafectivo

Cuando nos acercamos a temas como los de educación para la paz, educación para el desarrollo, educación para el conflicto, ... y otros similares, lo primero que nos llama la atención es la importancia de encontrar unos métodos coherentes con los contenidos a transmitir. La experiencia de la educación para la paz en los países nórdicos y anglosajones nos muestra la aparición de un tipo de alumno/a capaz de aprender/memorizar cualquier cosa, incluidos temas Norte/sur, problemas ecológicos, problemas racistas, ....

Cuando a este alumno/a se le preguntaba por su actitud de cara a las personas o zonas del mundo que sufrían estos problemas, su respuesta era la de "que bien que yo no estoy ahí o no tengo ese problema". Saber mucho acerca de los conflictos de una zona del mundo, o del conflicto del racismo, no presuponía cambiar la actitud personal.

Para hacer frente a esto surgió la idea del enfoque socioafectivo, "vivenciar en la propia piel" aquello que se quiere trabajar, para así tener una experiencia en primera persona que nos haga entender y sentir lo que estamos trabajando, motivarnos a investigarlo y, en definitiva, desarrollar una actitud empática que nos lleve a cambiar nuestros valores y formas de comportarnos.

Para conseguirlo se crea un clima en el que cada persona viva una situación empírica, la sienta, la analice, la describa y sea capaz de comunicar la vivencia que le ha causado.

Los pasos serían los siguientes:


2. Provención:

Suele hablarse de "prevención de los conflictos" para aludir a la necesidad de actuar antes de que exploten (crisis) y se manifiesten en su forma más descarnada. No obstante este término tiene connotaciones negativas: no hacer frente al conflicto, no analizarlo ni ir a sus causas profundas, ... Debido a ello hablaremos de PROVENCIÓN como el proceso de intervención antes de la crisis que nos lleve a:


2.1 Desarrollo de la confianza: técnicas y juegos que nos permitan crear un clima de confianza en nosotros/as mismos y en los demás, que nos permita enfrentar los conflictos sin miedo, poniendo sobre la mesa las cosas sin tapujos y confrontándolas, dirigiéndonos a las personas directamente.

2.2 Trabajar la autoestima y equilibrar por tanto las bases del poder. Técnicas y juegos que nos permitan desarrollar el propio autoconcepto y el de los demás, descubriendo, valorando y sacando a la luz para el reconocimiento, también por parte de los demás, de todas aquellas potencialidades que tenemos. Esto va a permitir reconocer y utilizar nuestras bases de poder, permitiéndonos enfrentar mejor los conflictos, ya que tendremos recursos suficientes para equilibrar el poder en aquellas situaciones donde hay un gran desequilibrio que está imposibilitando negociar y colaborar en la búsqueda de soluciones mutuamente satisfactorias. En este sentido podemos/debemos trabajar no sólo los valores individuales, sino también los valores colectivos, p. ej. los valores de las diferentes culturas que convivimos (gitana, árabe, magrebí, diferentes comunidades autónomas, ...).

2.3 Trabajar la comunicación y la toma de decisiones: juegos y dinámicas que nos permitan desarrollar una comunicación efectiva que realmente nos posibiliten dialogar y escucharnos de una forma activa. Técnicas que permitan un reparto justo de la palabra, que desarrollen diversos canales de comunicación que nos permitan no sólo transmitir las ideas, sino las emociones y sentimientos presentes en todo conflicto. Técnicas que nos permitan aprender a tomar decisiones consensuadas, de forma igualitaria, participativa y no sexista. Para poder aprender esto hay que ponerlo en práctica, y esto supone ceder parcelas de responsabilidad/poder y dar espacios para tomar decisiones.

2.4 Trabajar la cooperación: establecer un tipo de relaciones cooperativas que nos enseñen a enfrentar los conflictos entre todos/as, desde el descubrimiento de todas las percepciones y utilizando la fuerza de todos/as en el objetivo común. Técnicas que nos permitan descubrir e interiorizar que la diferencia es un valor y una fuente de enriquecimiento mútuo, y que, por tanto, nos enseñen a descubrir los valores del otro/a como alguien con quien puedo colaborar y no como un enemigo a eliminar porque piensa o es diferente a mi y se puede convertir en un obstáculo para mis fines.


3. Herramientas de análisis y de desarrollo de la creatividad
a la hora de buscar nuevas soluciones:

* Técnicas de visualización: como su propio nombre indica se trata de técnicas que nos permiten visualizar el/los conflictos con unas características propias:


Entre las técnicas de visualización podemos destacar:


* Mapas de conflictos: se trata de esquemas detallados que nos dan un itinerario de preguntas concretas que nos permiten tener en cuenta, analizar e intervenir en todos los aspectos del conflicto, haciéndolo así más manejable. Un tipo de análisis desde la educación para la paz, va a partir de separar tres aspectos: personas, proceso y problema. En cada uno de ellos y de forma resumida podemos tener en cuenta los siguientes elementos:

Personas:

Proceso:

Problema:

Espero que estas ideas os animen y os den sugerencias para ir enfrentando los conflictos que nos rodean, e ir aprendiendo a analizarlos y a resolverlos.