¿CÓMO SE CONSTRUYE EL DISCURSO PERIODÍSTICO?

Actividad 1: Aprendiendo a comparar noticias

Objetivos

Reconocer las variaciones de la información, dependiendo del periódico que la entrega y aprender a hacer un análisis comparado y crítico de la prensa escrita.


Descripción de la actividad

Esta actividad tendrá dos partes

  1. En la primera parte el alumnado deberá trabajar en grupo, con 4 recortes de prensa de 4 periódicos diferentes respecto a los hechos puntuales de El Ejido. Se elegirán 3 personas de cada grupo para que actúen como moderador, secretaria y portavoz respectivamente, que realizarán sus tareas correspondientes en el interior del grupo.

    En primer lugar, de las cuatro deberán elegir dos noticias y luego se leerán en grupo analizando la diferencia de tratamiento que hay entre ellas. Para esto se trabajará con el glosario (vínculo) para ver las definiciones de: fuentes informativas, criterios periodísticos, objetividad e influencia, conceptos que se utilizarán en el análisis comparativo. El glosario permitirá orientar el trabajo y contribuir a la fluidez de palabra.

  2. En la segunda parte se hará una puesta en común en la que la persona que actúa como portavoz de cada grupo expondrá las conclusiones del análisis que previamente habrán preparado en el grupo. El profesorado escribirá en la pizarra las ideas más importantes e intentará establecer, con la ayuda de sus alumnos, las líneas de pensamiento en común de todos los grupos.


Recursos

    1. Fotocopias de 4 noticias del mismo día sobre el mismo hecho de diferentes periódicos para cada uno de los grupos.

    2. Glosario


Duración

Dos sesiones de una hora cada una, mejor si son dos horas consecutivas.


PROPUESTA DE 4 NOTICIAS

El Mundo: Prosigue la violencia racista en El Ejido y se producen las primeras detenciones.
AVUI: El Ejido segueix en guerra.
El Pais: No sé cómo estoy hablando aquí y no estoy muerto.
ABC:
Patrullas de ciudadanos provistos de cadenas, palos y hierros actúan en las calles de El Ejido

 



EL MUNDO, SOCIEDAD
Martes, 8 de febrero de 2000

PRIMER PLANO
Prosigue la violencia racista en El Ejido y se producen las primeras detenciones

Piquetes de vecinos queman cuatro chabolas de inmigrantes, cortan carreteras y fuerzan el cierre de comercios - Marruecos protesta oficialmente por los ataques.

SUSANA VILLAVERDE. Enviada especial

EL EJIDO.- Varias columnas de humo despidieron ayer el día en El Ejido. Mientras varios piquetes de vecinos, algunos armados con barras metálicas, incendiaron cuatro chabolas de inmigrantes, los marroquíes dieron su réplica quemando un invernadero.

Los incidentes de mayor gravedad y tensión volvieron a producirse en las calles del centro de la población y en la Loma de la Mezquita, donde un cordón policial trató de impedir que grupos de incontrolados llegasen a las chabolas y viviendas de los magrebíes.

Durante todo el día, los vecinos cortaron carreteras en protesta y forzaron el cierre de los comercios del pueblo regentados por magrebíes. La Guardia Civil tuvo que proteger a un grupo de inmigrantes que volvían de trabajar en invernaderos porque un grupo de vecinos armados les impedía acceder al barrio donde residen.

Cuatro vecinos, tres de ellos inmigrantes, tuvieron que ser ingresados. Mientras, el alcalde de El Ejido, Juan Enciso, señaló que los últimos altercados contra inmigrantes, a raíz del asesinato de la joven Encarna López, «no es lo que la mayoría del pueblo quiere».

En los despachos, el delegado del Gobierno de Andalucía, José Torres Hurtado, hacía frente a las críticas de pasividad policial y daba cuenta de los detenidos y de las medidas que habían acordado, ese mismo día, el Gobierno y la Junta de Andalucía -constituidos en gabinete de crisis- para acallar las demandas de los ejidenses de mayor seguridad ciudadana.

Por un lado, el Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, y la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Asuntos Sociales, acordaron ayer iniciar una colaboración extraordinaria para desarrollar un programa de apoyo urgente para la integración de inmigrantes en Almería.

Además, Torres Hurtado se comprometió ante los vecinos a atender sus antiguas peticiones de seguridad ciudadana. Confirmó también que la policía y la Guardia Civil han detenido a ocho personas, todos ellas españolas, por presuntos delitos de alteración del orden público y desobediencia. La última, el agresor del subdelegado del Gobierno en Almería, Fernando Hermoso.

Pero, a tenor de lo visto ayer, todavía sigue sin verse el final. La violencia se sucedió durante todo el día, desde los puntos conflictivos de El Ejido (la Loma de la Mezquita y Santa María del Aguila) los exaltados transmitieron su locura a municipios cercanos.

Un último incendio, el del almacén exterior de una fábrica de reciclado de plástico agrícola en el barrio de Las Norias, se añadió a última hora de los de las chabolas y el invernadero.

Una decena más de heridos -la cifra oficial es de medio centenar desde que estalló la protesta el sábado- llegó al Hospital de Poniente y a los centros de salud.

Han sido más de tres años de protestas continuadas por parte de los vecinos del Campo de Dalías ante el aumento de la delincuencia entre marroquíes y argelinos.

En 15 días, dos agricultores y una joven han muerto a manos de magrebíes y la policía no puso obstáculos a los españoles de la zona para arrasar los comercios y establecimientos de los que denominan despectivamente moros. Han quemado chabolas, han sacado a inmigrantes de los coches para incendiarlos y han corrido con palos en alto tras ellos.

Por fin, Torres Hurtado anunció ayer que se va a incrementar la vigilancia policial en el Poniente almeriense y que se van a llevar a cabo las detenciones que sean precisas «para impedir altercados y evitar que la gente se tome la justicia por su cuenta». A las preguntas de los periodistas de por qué no se detuvo a los manifestantes que iban armados con palos, Torres argumentó: «Llevar un palo no es delito, porque no es un arma de fuego».

Juan Cotino, director de la policía nacional, tuvo que reconocer que la orden de intervención llegó un poco tarde. Los agentes del orden -unos 600 en estos momentos- vigilarán, de ahora en adelante, los campos de plástico donde trabajan los africanos. La dotación policial se hará más presente en El Ejido para responder también a la demanda de los agricultores y del pueblo, al menos «hasta que las circunstancias se tranquilicen».

El representante del Ejecutivo central y el alcalde de la localidad, Juan Enciso (PP), se reunieron con dos representantes de los manifestantes que ayer ocuparon de nuevo las principales calles y zonas de la población, quienes insistieron en la falta de policías y la inseguridad ciudadana.

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L'AVUI, 8/02/2000

BROT XENÒFOB A ALMERIA. El Ejido segueix en guerra

La policia va rebre l'ordre d'actuar i va fer 8 detencions
Tres incendis en la tercera jornada d'enfrontaments

E.P.ENVIADA ESPECIAL EL EJIDO

La població d'El Ejido, a Almeria, va continuar ahir en peu de guerra. Durant tot el dia els veïns
de nacionalitat espanyola van tallar carreteres i es van mantenir concentrats amb molta tensió
mentre esperaven quina era la resposta del col·lectiu magribí, que es va quedar majoritàriament amagat al costat dels hivernacles on treballen. Ningú va anar a treballar, els pagesos per por dels magribins i els magribins per por dels pagesos, les escoles no van obrir i les botigues van estar tot el dia tancades.
La tensió continguda tot el dia i trencada per alguns incidents aïllats, càrregues policials,
concentracions i barricades, es va desplaçar a altres poblacions de la comarca. Quan es va fer
fosc es van produir els incidents més importants de la jornada amb tres incendis: un al magatzem exterior d'una planta de reciclatge de plàstic, un altre en un hivernacle i un tercer en una barraca on es refugiaven magribins a la pedania de Norias de Daza. El primer incendi, segons algunes fonts, hauria estat obra dela immigrants, en resposta al foc provocat pels veïns als altres dos indrets.
A mitja tarda i després de moltes crítiques, les forces de l'ordre van fer les primeres detencions: tres veïns de la pedania de La Loma de la Mezquita acusats d'haver incendiat l'hivernacle i quatre de La Mojonera. Les forces de seguretat van detenir una vuitena persona acusada d'haver agredit diumenge el subdelegat del govern, Fernando Hermoso, que va ser brutalment colpejat quan sortia de l'enterrament de la noia assassinada per un marroquí divendres. Segons va afirmar el delegat del govern a Andalusia, José Torres Hurtado, no es descarten més detencions en relació amb aquest incident.
El Ejido va quedar presa per 600 agents del Cos Nacional de Policia i de la Guàrdia Civil, que
fins ahir no van rebre l'ordre d'actuar. El que van fer va ser bàsicament impedir que el col·lectiu de magribins i els veïns es trobessin. A mitja tarda, a la pedania de La Loma de la Mezquita, la
policia va haver de dissoldre amb pilotes de goma i pots de fum un grup de 400 manifestants que s'havien concentrat davant un campament improvisat on hi havia uns 300 magribins. Els
immigrants s'estan en aquest descampat des de dissabte, quan van començar els incidents.
Les concentracions espontànies dels uns i els altres a diferents punts de la població es van repetir al llarg del dia. A mitja tarda, en diverses pedanies, hi havia grups de més de 500 persones a l'espera de si esclataven nous incidents. La tensió flotava en l'ambient i en algun moments els agents van haver d'actuar per evitar aldarulls. Ahir es van registrar set ferits en els enfrontaments.
Des que van començar els incidents dissabte passat, un total de 39 persones -16 immigrants, 11 veïns i nou agents policials- han resultat ferits.
Ahir a la nit el delegat del govern a Andalusia va demanar calma a la població. Hores abans ho
havien fet els representants de les associacions de veïns de la pedania on vivia la noia assassinada divendres.

Justificacions

Per la seva part, l'alcalde de la localitat, Juan Enciso, va assegurar que els greus incidents entre els veïns i el col·lectiu d'immigrants estaven provocats per "un cúmul d'incidències, ja que en quinze dies hem tingut la mala sort que hi hagués tres víctimes assassinades per magribins". L'edil del PP, després d'assegurar que "la majoria del poble no vol incidents", va carregar contra la nova llei d'estrangeria: "Les imatges dels últims dies amb aglomeracions per l'arribada d'immigrants a Espanya han contribuït encara més a l'aparició d'aquests brots".
Diverses ONG van denunciar ahir que grups organitzats aliens al poble eren els que estaven
incitant a les agressions xenòfobes i armant la població amb bats de beisbol i còctels Molotov.
Durant la tarda va córrer el rumor que grups neonazis s'havien citat a través d'Internet per acudir en massa a Almeria a "donar una lliçó" als magribins, cosa que finalment no va passar.

L'ESCENARI

El fil s'ha trencat

La bomba ha esclatat. La convivència social a El Ejido, una localitat de més de 50.000 habitants que ha crescut a una velocitat vertiginosa gràcies al cultiu intensiu dels hivernacles, feia temps que penjava d'un fil, i aquest fil s'ha trencat. La gran onada migratòria que en els últims anys ha portat una allau de mà d'obra barata a la ciutat amb la renda familiar més elevada d'Andalusia, que factura 200.000 milions de pessetes anuals en activitats agràries, ha agafat per sorpresa les administracions locals. Els polítics no han sabut mediar entre un col·lectiu que atribueix els seus mals al sentiment racista que desperta entre els nadius i una societat d'acollida que culpa els nouvinguts de l'augment de la inseguretat ciutadana i els fa blanc de totes les acusacions.
Tot plegat ha anat creant un brou de cultiu al qual ha contribuït sens dubte la manca d'integració dels immigrants al teixit social: només l'1% d'un col·lectiu que en l'actualitat constitueix el 20% de la població total viu al nucli urbà. I ja hi ha veus de polítics i ONG que, arran dels últims incidents que han convertit el poble en un autèntic estat d'excepció, recorden que la solució dels conflictes passa per una millora de les condicions laborals i socials dels immigrants. En qualsevol cas, la revolta que s'està vivint els últims dies no ha sortit del no-res. El malestar que circulava soterrat ja havia aflorat en d'altres ocasions en forma d'enfrontaments entre els dos col·lectius, agressions a immigrants i manifestacions de ciutadans de tots dos bàndols en protesta per les accions dels altres. L'escalada de violència desfermada després de l'últim apunyalament mortal sembla que ara no té aturador.

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EL PAIS, 8/02/2000

"No sé cómo estoy hablando aquí y no estoy muerto"

Algunos inmigrantes han huido, otros esperan encerrados los alimentos que les da la Cruz Roja y uno tuvo que ser atendido por deshidratación tras su escondite de 48 horas

TEREIXA CONSTENLA, El Ejido

Manos en alto, en señal de paz, unos 600 inmigrantes caminan desde la barriada de Las Norias, donde la noche anterior varios jóvenes incendiaron una casa con siete africanos dentro -rescatados ilesos por la Guardia Civil-, en dirección al centro de El Ejido.
Sobre un jirón de sábana un mensaje nítido encabeza la marcha: "Por la paz y la dignidad".

Decenas de lugareños observan la escena desde balcones y aceras. Una señora les ofrece agua, un gesto humanitario casi excepcional estos días.

La manifestación duró poco. Sobre las 14.00, una barrera policial frena en seco el avance de los inmigrantes. "Les habla la policía. Esta manifestación no está autorizada. Deben permanecer en el sitio donde se encuentran ahora", dicen por megafonía. Varios agentes antidisturbios se aprestan para cortarles el paso y disolver la manifestación con pelotas de goma. No es necesario. Los inmigrantes se sientan sobre el asfalto.

Los norteafricanos que residen en El Ejido -en general, en la comarca de El
Poniente- viven atenazados por el pánico desde el sábado, cuando el asesinato de
Encarnación López -cometido supuestamente por un marroquí que ha recibido
tratamiento psiquiátrico- desató la mayor oleada de violencia xenófoba ocurrida en
España. Desde entonces, muchos han huido de sus residencias para esconderse
entre el intrincado laberinto de caminos rurales y entre los plásticos de los
invernaderos. Tres magrebíes permanecían ayer ingresados en el Hospital de
Poniente como consecuencia de los disturbios. Uno de ellos presentaba síntomas de
deshidratación, agotamiento y neumonía tras haber permanecido escondido entre
invernaderos las últimas 48 horas, según informa Efe. Desde que comenzaron los
incidentes han sido atendidas 49 personas en los hospitales de Poniente y los centros de salud de Vícar y Roquetas por diversos traumatismos y heridas. De ellos, al menos 16 son magrebíes, 14 autóctonos y nueve agentes de la policía.

Algunos inmigrantes, maleta en ristre, han abandonado la zona, según comentan sus
compañeros. Una veintena se refugió durante la noche del domingo en la comisaría de policía.

Pocos lugares son seguros, y no sólo para ellos. Una llamada telefónica sobre las
12.30 de la mañana del defensor del pueblo Andaluz, José Chamizo, a la sede
central de la organización humanitaria Almería Acoge, en la capital, les alertó de un
posible ataque de grupos organizados contra la oficina de la organización
humanitaria. Los voluntarios desalojaron las dependencias bajo custodia policial y se llevaron con ellos el equipo informático y los documentos, informa María José
López Díaz.

Entre las sombras que proyectan los incidentes violentos hay escasos puntos de luz: uno de los inmigrantes refugiados en la comisaría, sentado a primera hora de la
mañana en las escalinatas de la comisaría puntualiza: "No todos son iguales, hay
gente buena. Pienso quedarme aquí". No sólo tienen temor, comienzan a tener
hambre. Desde el sábado no se atreven a comprar alimentos ni nada que les obligue
a acudir a comercios españoles. El paro general que vivió ayer El Ejido, tampoco les
dio opciones de compra.

En el núcleo de La Loma del Boque, en Las Norias, residen un centenar de
inmigrantes, la mayoría oriundos de Khouribgua, una ciudad cercana a Casablanca.
No han salido de casa desde el sábado. Ayer por la mañana la Guardia Civil vigilaba
el área. El Kaabir Sellaji, de 24 años, fue uno de los primeros norteafricanos en
sufrir las iras de los ejidenses: "Iba en el coche con un amigo.

Cerca de Santa María del Águila nos atacaron 30 personas, tuvimos suerte de poder salir corriendo, pero me han quemado el coche".

Con su vehículo, adquirido hace tres meses por 200.000 pesetas, han ardido también sus papeles de residencia, lo más preciado para un extranjero. Cuando llegó a El Ejido, hace un lustro, no pensó que acabaría deseando irse. "No puedes dormir, no te fías, si aún tuviera el coche me iría de aquí", dice. Una veintena de magrebíes esperan en una explanada cercana a sus casas, la llegada de Cruz Roja con provisiones. Casi nadie se ha movido de allí, a excepción de Mohamed El Kuad, que ayer por la mañana se desplazó hasta Roquetas de Mar, a 20 kilómetros, para
comprar pan.

Desembarcó en El Ejido hace 12 años, casi el tiempo que lleva trabajando para un
solo empresario agrícola. Sus relaciones son cordiales. El Kuad habla con serenidad,
incluso al recordar los insultos que le han dirigido en este tiempo. Su mujer, Najiba
Gualid, llegó hace tres años y sólo ha entablado amistad con una mujer gitana. "No
queremos problemas, esperamos que esto pase, pero nos iríamos si esto sigue así".

Marzouk Elk Ibrahim, de 29 años, ha vivido ya más tiempo en territorio español que
en Marruecos. Llegó con 13 años a El Escorial (Madrid), donde estudió hostelería.
Durante dos años fue jefe de cocina de un restaurante de Almerimar, el núcleo
turístico de El Ejido y el único que se ha librado de la violencia de los últimos días.
Cree que la situación de rechazo que perciben los africanos en esta zona no tiene
parangón. "En Madrid no es lo mismo", dice.

Hace un mes apenas, El Irbrahim abrió su propio negocio -un bar en el centro de la
localidad-. Su estreno no ha podido ser más dramático. Ha perdido unos dos
millones de pesetas por los destrozos vandálicos que sufrió su local la primera noche de enajenación colectiva, el sábado. Pero podría haber sido peor: "Estaba dentro del local con otros seis marroquíes, rompieron la puerta y comenzaron a matarnos sin que la policía hiciera nada. Cogí el extintor para hacer humo y que no me vieran, en esa confusión logramos escapar". Toma un respiro y concluye: "No sé cómo estoy hablando aquí y no estoy muerto".

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ABC, 8 de febrero de 2000

Patrullas de ciudadanos provistos de cadenas, palos y hierros actúan en las calles de El Ejido

EL EJIDO. Pablo Muñoz

De nuevo, las patrullas formadas por personas armadas con palos, hierros y cadenas, volvieron a hacer ayer acto de presencia en El Ejido, donde la tensión y la violencia, lejos de desaparecer, sigue flotando en el ambiente. Los vecinos afirman que «no pararemos hasta que no se vayan todos los marroquíes», y éstos, entre tanto, se ven obligados a esconderse para huir de un casi seguro linchamiento. Unos automóviles fueron incendiados durante una manifestación en el centro de la ciudad.

Había esperanzas entre los responsables policiales de que la llegada del primer día laborable tras la muerte de Encarnación López Valverde, crimen que desató esta oleada de violencia contra los mogrebíes, trajera consigo la tranquilidad a este municipio.

Así pareció ser a primeras horas de la mañana, cuando aún se podía ver a inmigrantes paseando por las calles y los comercios abiertos. A esas horas, los únicos focos de tensión se vivían en la antigua carretera de Málaga, en los accesos a las norias y a Santa María del Águila, donde grupos de incontrolados cortaban el tráfico. Asimismo, la mayor parte de los trabajadores, tanto españoles como marroquíes, no habían acudido a sus puestos de trabajo en los invernaderos, con la consiguiente paralización del almacén de compra y pérdidas multimillonarias a diario. Pero, por lo demás, una cierta calma reinaba en la población, donde sólo se adivinaba lo ocurrido.

EL COMERCIO, CERRADO

Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, la situación se iba haciendo más preocupante, y ya sobre las once de la mañana ningún comercio ni entidad bancaria, ante la amenazadora presencia de piquetes, estaban abiertas.

También, de forma paralela, se hacía notar, cada vez con más fuerza, el espectacular despliegue policial que, en todo momento, contó con apoyo de dos helicópteros, mientras que al mismo tiempo comenzaban a tenerse noticias de que las primeras patrullas de incontrolados empezaban a actuar.

Los ánimos, como el día anterior, estaban muy encrespados, y sobre todo después de que la Policía interviniese con material antidisturbios para disperar a los alborotadores en la antigua carretera de Málaga. Poco después, ya al mediodía, se formaba una manifestación «pacífica», según los cabecillas, pero en la otra ocasión hubieron de lamentarse violentas escenas de tinte xenófobo.

Así, un millar de personas, muchas de ellas jóvenes y fuertemente armadas, llegaron hasta la plaza del Ayuntamiento para entrevistarse con el alcalde, Juan Enciso, que no estaba presente. Tras proferir contra él y contra los inmigrantes insultos, los concentrados continuaron su marcha.

Fue en ese trayecto donde se produjeron los sucesos más graves, ya que unos encapuchados volvieron a incendiar viviendas de marroquíes e. incluso. salieron en su persecución para lincharlos. Quizá para evitar mayores males, la Policía prefirió no cargar y se limitó a vigilar. Pasadas las dos y media de la tarde, la marcha se disolvió. A esa misma hora permanecía cortada la autovía del Mediterráneo y, desde la lejanía, podían verse columnas de humo.

«Sí, soy racista, quiero que todos los "moros" se vayan de El Ejido», decía a ABC un hombre rubio, desdentado, de manos encallecidas y uñas de «luto». «No nos detendremos y, al final, quizá tengamos que pagarles con su misma moneda, con una muerte. Esto no se va a acabar», ESTAMOS HARTOS. Bien es cierto que muchos de los que le acompañaban negaban ser xenófobos -«Mira qué bien tratamos a los morenos», afirmaban-. Y también repetían una y otra vez que la imagen que se ha dado de ellos no es la correcta. «No vamos contra todos, sólo contra los que matan, violan y roban.
El 85 por ciento de los delitos que se cometen aquí son obra de mogrebíes. Estamos hartos, no los queremos, que se vayan. No es verdad que cobren sueldos de miseria».

Ayer noche proseguía la violencia. Una planta de plásticos era pasto de las llamas. Según algunos podría ser «la respuesta de ciertos mogrebíes».

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GLOSARIO


Criterios de "noticia"

Se refiere a los criterios que aplicarán los profesionales que trabajan en los medios de comunicación para determinar qué es noticia y qué no. En otras palabras estos criterios ayudan a definir lo que es publicable al provocar interés en la opinión pública.
Estos criterios son los siguientes: actualidad de la noticia, novedad del hecho, excepcionalidad de los acontecimientos, proximidad con lo ocurrido, conflictividad e interés público.

Cuerpo de la noticia
Es una explicación más profunda de lo que se ha dicho en la entrada de la noticia y de sus aspectos más relevantes. En cada párrafo se ha de entregar información nueva para evitar repeticiones.

Discurso mediático
El discurso mediático es lo que dicen los medios de comunicación (la noticia) y lo que hay detrás de lo que presentan como simples noticias. Es decir, el discurso mediático es la información que se entrega tanto en su forma como en su contenido. Detrás de los discursos hay siempre una ideología o un posicionamiento que se reproduce mediante un determinado léxico, lenguaje, formato, periodicidad, temática, etc.

Entrada de la noticia
Es el primer párrafo del texto, donde se entrega la información para que el lector pueda conocer los aspectos más importantes de la noticia.

Estereotipos
El estereotipo actúa como una simplificación de la realidad, o mejor dicho como una deformación y mutilación de la misma, ya que habla de una serie de características que se atribuyen automáticamente a un grupo. Este es el peligro de un estereotipo, que impide hablar de las personas individualmente y lo hace de una manera generalizada y aplicando un mismo modelo para todos los miembros de un grupo.

Fuentes informativas
La mayoría de las veces los periodistas no han visto lo que ha pasado y tienen que explicarlo para la noticia. Para obtener la información que les ayudará a elaborar la noticia, deben recurrir a las fuentes informativas, es decir a contactos con personas, instituciones o entidades que estén relacionadas con los hechos o que tengan una opinión sobre lo que ha pasado.

Influencia de los medios
Los medios de comunicación tiene una influencia sobre el comportamiento y opiniones de la audiencia a través de los mensajes e información que transmiten. Lo que dicen los medios es más influyente cuando menos opinión formada se tiene sobre un tema determinado como es por ejemplo el caso de la inmigración.

Objetividad
Más allá de ser un término discutido y discutible, la objetividad expresa una voluntad de aproximación a la realidad libre de subjetividades o valoraciones personales. Sin embargo, esto es imposible desde el mismo momento en que el periodista decide qué aspectos de la noticia reflejará, qué palabras utilizará, de qué modo explicará las hechos, etc. Por tanto, sería útil pensar en los conceptos de honradez, independencia y neutralidad cuando se habla de objetividad.

Rutinas Periodísiticas
Las rutinas de producción periodística son las dinámicas que marcan la recogida y elaboración de las informaciones al interior de una empresa periodística. Es decir, son las condiciones que influyen en el quehacer del periodista y por tanto en el tipo de noticia que entrega. Algunas de estas condicionantes son: limitaciones temporales y espaciales para elaborar las noticias en un tamaño determinado, horarios laborales, salarios, derechos sindicales, etc.

Prejuicios
Este concepto está muy relacionado con el concepto de estereotipo. Cuando un estereotipo actúa en toda su dimensión, en nuestra forma de pensar se crea un prejuicio, que es negativo desde el momento en que nos formamos una opinión a priori hacia algunas personas por el sólo hecho de pertenecer a algunos de los grupos de los cuales ya teníamos creados ciertos estereotipos.

Titular
Nos habla del quién, qué y dónde de la noticia. Al ser lo primero que se lee tiene que ser breve y claro.