"¿Por qué estamos ante una nueva oportunidad?"

ETA analiza en el comunicado del alto el fuego la situación que en su opinión atraviesa hoy Euskadi








El comunicado elaborado por ETA para justificar su tregua fue redactado en euskera en su totalidad. El texto se reproduce íntegro a continuación según la tradución efectuada por la agencia Vasco Press durante esta madrugada:

Tras dos largas décadas, nuevamente, en Euskal Herria tenemos la oportunidad de dar pasos decisivos hacia la independencia. Pensamos que tenemos oportunidades similares a las que tuvimos hace veinte años, en los años conflictivos vividos durante el periodo de la Transición, pero esta vez tenemos que lograr que la fase política que tenemos delante sea la de la soberanía. Haciendo realidad la oportunidad perdida entonces.

ETA afronta esta nueva fase política llena de esperanza. Llenos de esperanza, especialmente porque estamos convencidos de que los errores cometidos en aquella etapa serán excelentes lecciones; llenos de esperanza también porque la labor, experiencia y la fuerza acumuladas desde entonces nos ofrecen suficientes garantías como para pensar que esta nueva fase será exitosa.

La posibilidad de tener nuevas oportunidades y el hecho de afrontarlas con esperanza, sin embargo, no debe cegarnos. No debe cerrarnos los ojos ante la situación que sufre Euskal Herria. Ya que es muy grave la situación que vive nuestro pueblo, sea cual sea el punto de vista que tomemos. Los ciudadanos vascos estamos sojuzgados bajo dos Estados fuertes. Ambos Estados utilizan todos sus instrumentos armados, políticos, económicos y culturales para posibilidades que tenía Euskal Herria un pueblo libre en el futuro. Las constantes iniciativas de España y Francia han dejado graves heridas. Y no va a ser fácil recuperar nuestra libertad. Aunque son nuestros vecinos no surge de los dos Estados que nos quieren ver como enemigos y como un pueblo subyugado ni el más mínimo signo que manifieste su voluntad para respetar la palabra de Euskal Herria.Por encima de todos los ataques y dificultades, Euskal Herria ha llegado a las puertas del siglo XXI conducida por la fuerza de la lucha. No como un pueblo liberado, pero sí con todas las puertas abiertas para ser un pueblo libre. Hasta ahora hemos demostrado al mundo que somos capaces de seguir nuestro camino. En adelante demostrémosle pues que tenemos la voluntad, el derecho y la habilidad tanto para elegir nuestra casa como para organizarla.

Antes de seguir adelante consideramos muy oportuno hacer dos preguntas y responderlas. En primer lugar, cómo ha llegado Euskal Herria al año 2000 con todas las opciones abiertas para ser un pueblo libre y en segundo lugar, por qué Euskal Herria no es todavía libre a las puertas del año 2000.

La primera pregunta tiene una respuesta fácil. Rápida y honrosa además. Sin olvidar ni marginar los intentos de los ciudadanos vascos de nuestra vieja historia, en lo que respecta a los últimos 20 años, hemos llegado al umbral desde el que podemos lograr en nuestra libertad gracias a la generosidad de miles y miles de valientes hombres y mujeres vascos.

Esa verdad tiene una presencia muy viva en los corazones y las cabezas de los dirigentes que estamos en Euskadi ta Askatasuna. Sin el ofrecimiento de los compañeros y ciudadanos muertos por las agresiones el enemigo; sin el sufrimiento de los compañeros y ciudadanos que han sufrido en las comisarías las humillaciones y las torturas más salvajes; sin el intento de los ciudadanos y compañeros que en su trabajo comprometido, callado y peligroso de todos los días han plantado cara a las leyes españolas y francesas en favor de nuestra cultura, lengua, red económica y tradiciones sociales; sin la capacidad de soportar la carga de miles y miles de años de cárcel con total dignidad iluminando el futuro de Euskal Herria; no estaríamos en el lugar en el que nos encontramos.

Para todos esos ciudadanos vaya todo nuestro honor y nuestro recuerdo en estos momentos, ya que nos encontramos nuevamente delante de momentos esperanzadores e históricos gracias a todos esos que han abierto sin cesar las grandes cerraduras que cerraban el camino a un futuro libre. Si todos ellos no hubieran asumido su compromiso vital ¡hace mucho que Euskal Herria hubiera muerto! La segunda pregunta, sin embargo, necesita una respuesta avinagrada. Ya que ante los importantes momentos que vivimos requiere que cada uno se pregunte qué es lo que ha hecho. Que tengamos en cuenta lo que podríamos haber adelantado, y no sólo lo que hemos adelantado en todos estos años. Los caminos propuestos por la izquierda abertzale hace 20 años, esto es, los de avanzar en la democracia, no concitaron el acuerdo. Y en consecuencia, el mundo abertzale se dividió en dos caminos: por un lado el que partía de aceptar de facto la legalidad que imponía España; y por otro, quienes planteaban la ruptura con España para hacer frente a esa imposición tomando como legítimos todos los instrumentos que tiene un pueblo para defenderse.

Ese primer camino, el del autonomismo constitucional, ha traído la profundización en la división interna en la Euskal Herria que salía de la dictadura franquista. Si antes estábamos bajo dos Estados, posteriormente, se nos ha añadido la división autonómica y todo lo que hemos logrado lo hemos hecho gracias a la lucha o gracias a amaños ofrecidos para atenuar la lucha.Ese primer camino ha llevado a Euskal Herria a ser más "español" y más "francés", condenándonos a vivir mirando a Madrid y París. En lugar de decidir nosotros por nuestro propio pie nos ha obligado a pedir el permiso de los extranjeros, y al envalentonamiento de los españoles que vivían entre nosotros. A fortalecer las fronteras internas dentro de Euskal Herria, alejando a los ciudadanos vascos entre sí, y en otros casos, como el de los zipayos obligándoles a actuar contra otros ciudadanos al aceptar la legislación española.

Los que aceptamos el segundo camino por encima de nuestras impotencias y de todos nuestros errores hemos mantenido vivo el proyecto de una Euskal Herria unificada, libre y euskaldún, extendiendo la confianza para el trabajo y la creación de los ciudadanos, hemos trabajado por superar la división institucional y estatal, con el fin de lograr una paz para nuestro pueblo basada en la justicia y los derechos democráticos. De este modo, la apuesta para crear un proyecto de sociedad propia para Euskal Herria ha dado su fruto. Uno que queremos mencionar ahora mismo, el de demostrar la ceguera y la esterilidad de ese autonomismo divisor. Y no es poco, teniendo en cuenta el esfuerzo titánico que ha hecho España porque el autonomismo sea la tumba de Euskal Herria.

Quienes emprendieron el camino de ese autonomismo divisor con ánimo y buena voluntad se acaban de percatar de que en esa escalada había que subir paso a paso además de no quedar atrapados, y de que esa escalada no lleva a la libertad de Euskal Herria. Por nuestra parte, quienes hemos hecho una apuesta completa por Euskal Herria, estamos dispuestos a superar ese pasado cercano y seguir adelante en común en un proyecto nuevo lleno de ilusión.

¿Por qué estamos ante una nueva oportunidad? Aquí tenemos nuevamente a Euskal Herria en el umbral de su futuro. Pero, ¿no será simple voluntarismo pensar que nos encontramos ante una nueva situación? Euskadi Ta Askatasuna después de reflexionar sobre las novedades que vivimos en esta situación ofrece en las siguientes líneas el examen que está en la base de la decisión que ha tomado: Por un lado, gracias a la lucha de todos estos años, un nuevo sector de la sociedad se ha acercado a la opción de la independencia.

Principalmente, pensamos que debe subrayarse el desarrollo que se ha vivido en los últimos seis años. Ya que hemos pasado de unas posiciones de resistencia a una práctica de construcción. Queremos recalcar, que la fuente de esta "situación mejor" que vivimos reside en la generosidad de muchos militantes de la izquierda abertzale y en la lucha organizada que lleva dentro de sí la sociedad. En el camino para lograr los últimos objetivos de nuestra lucha, lo realizado en los últimos años es un pequeño nuevo paso dentro de todo lo que resta por hacer. Que nadie piense que las tareas, los modelos de trabajo y demás no deben mejorarse. Pero no es perjudicial que de vez en cuando esa izquierda abertzale que es tan poco amiga de las alabanzas y los reconocimientos se reconozca a sí misma que el trabajo realizado merecía la pena y que hemos puesto en marcha en el buen camino la lucha por la libertad.

Por otro lado, en esta situación cambiante tiene un gran significado la socialización de la "alternativa democrática" que tomó el lugar de la "alternativa KAS". La propuesta a través de esa nueva propuesta de paz, se ha extendido un nuevo concepto eficaz de base a lo largo de los últimos tres años. La necesidad de dar la palabra al pueblo, que el pueblo recupere su voz y que esa voz sea respetada. Hemos sido capaces nuevamente de extender en la sociedad la esencia del conflicto político que Euskal Herria tiene con España y con Francia. Además de poner en cuestión la legalidad "democrática" de las autoridades españolas y francesas, hemos plantado un concepto positivo en nuestro huerto, el de la democracia vasca. Hemos fijado los mínimos democráticos que debería defender cualquier demócrata para la resolución del conflicto (la Autodeterminación y la Territorialidad), ofreciendo la posibilidad de que, tras lograr una situación democrática, cada cual tenga las mismas condiciones para desarrollar su proyecto. Y la izquierda abertzale ha abierto el camino para el desarrollo de su propio proyecto político y social.

El cambio que advertimos en esta nueva situación es el siguiente, el fracaso de las estructuras institucionales que nos dividen impuestas por los dos Estados y que obstaculizan el camino de la libertad. El marco institucional vigente en Euskal Herria está agotado. Las fuerzas imperialistas españolas y francesas se han convertido en los ardorosos y únicos defensores del actual status quo institucional. El Estatuto de la Moncloa, el Amejoramiento del Fuero Navarro y el no reconocimiento del territorio vasco en suelo francés no tienen la suficiente eficacia como para sostener los deseos y las necesidades de los ciudadanos vascos. Ahora quienes han defendido la potencialidad de esa estructura institucional admiten que no existe ninguna posibilidad para la independencia en ella, mostrándose de acuerdo con el análisis que sólo ha defendido la izquierda abertzale. Y por ello, por primera vez, hemos abierto un único camino para la solución de Euskal Herria.

Después del agotamiento institucional nos encontramos con el agotamiento de la "política de Pactos" que los españoles han impuesto a lo largo de los últimos diez años para desfigurar la realidad política y social y acabar con el proyecto en favor de la independencia. Este pactismo, de dar algo más no será más que el alargamiento del sufrimiento en Euskal Herria.

Estamos mencionando que quienes apostaron a favor del autonomismo (los partidos nacionalistas EA y el PNV, el sindicato ELA y muchos abertzales honestos) se han dado cuenta de la esterilidad de ese camino. Ahora han demostrad la voluntad de acometer una nueva vía. Alejándose del calvario con España y encaminándose dentro de la carretera de Euskal Herria, apostando valientemente por Euskal Herria, rompiendo las ataduras y las dependencias respecto de España de una vez por todas.Lo que hay que elegir es España/Francia o Euskal Herria. Y al menos por sus palabras muestran una voluntad clara de apostar por Euskal Herria. En esta nueva encrucijada, todos debemos actuar con la necesaria valentía y coherencia que requiere este momento histórico.

Los poderes fácticos de España y Francia no tienen una alternativa política para Euskal Herria. No por lo menos sin la colaboración de partidos como EA y el PNV. No hay término medio entre el "autonomismo divisor" de ayer y de hoy y la Soberanía en la Autodeterminación y la Territorialidad, si no se inventa otra pseudooferta estéril que soslayara una resolución auténtica. Pero como hemos dicho, ello exigiría la colaboración imprescindible de EA y el PNV.

"Europa" se está construyendo como un espacio político, social y económico y un centro para las decisiones principales pasando por encima de Madrid y París con lo que se va alejando de las estructuras de los Estados que nos sojuzgan. Y sin un proyecto independentista eficaz, la desmembración y la dependencia que vive Euskal Herria será cada vez más grave. Incluso aun más si nos encontramos sin los instrumentos sociales ante el proyecto gigante de la economía y la cultura unificadas a nivel mundial.Por último, se ha convertido en una idea mayoritaria en Euskal Herria que el deseo mayoritario de paz estará unido a una solución política adecuada. El deseo de paz, la necesidad de una solución, el diálogo, la negociación, con o sin acciones de ETA, es tema de conversación diaria. Supone un gran cambio respecto de aquel "deseo de paz aséptico" de hace unos años. En la sociedad vasca ha vencido el hambre y la sed de un acuerdo de paz que deberá ofrecer soluciones políticas y prácticas. Esa necesidad no sólo ha surgido de la imposibilidad de acabar con ETA; sobre todo es consecuencia principal de la declaración en el día a día del núcleo del conflicto político de la sociedad vasca y de la resurrección de las diferentes luchas y del "stop" firme y digno que se le pone a los ataques que sufre Euskal Herria.

La situación, por resumirlo en pocas palabras, sería la siguiente: en Euskal Herria hay dos proyectos claros; uno, el que cree en el proceso de construcción de Euskal Herria, que cree en una sociedad más justa, que cree que es posible una sociedad más justa, más enraizada y que hay que luchar a favor de ella; la otra, por el contrario, la que quiere dar continuidad a la integración, desculturización y proceso de engullimiento iniciado hace varios siglos en nombre de España y de Francia, y que ve a Euskal Herria como una parte del mundo sin identidad. Existe un conflicto lingüístico y educativo en Euskal Herria, una forma de entender la vida, un deseo de construir un modelo socioeconómico diferente a través de las relaciones laborales.

Ese conflicto es el conflicto de siempre. Lo que ha cambiado es la posibilidad de dar nuevos pasos en ese conflicto, la nueva situación que viene del cambio en la correlación de fuerzas.

Y ése es el reto en este momento histórico, cómo poner en marcha el proyecto de Euskal Herria entre todos. Si es que existe voluntad y clarividencia entre quienes han puesto sus mentes al servicio del liderazgo político de este pueblo, en la sociedad vasca existe suficiente fuerza y entendimiento como para seguir adelante.

¿Hacia dónde seguirán las fuerzas? Aquí tenemos a Euskal Herria nuevamente en el umbral de su futuro. Llenos de esperanza, también vemos este momento histórico siendo conscientes de la grave situación que vive Euskal Herria. Ya que el eje central de su futuro depende una respuesta afirmativa o negativa a la pregunta principal.

¿Hacia dónde van a seguir las fuerzas abertzales en esta ocasión? Ser conscientes de nuestra historia cercana nos lleva a posicionarnos con preocupación. De hecho, hace veinte años la posición de los partidos hincó la rodilla ante el Estado Español. Con la excusa del "ruido de sables" de aquellos tiempos, según se nos ha dicho, en la Moncloa y en la Zarzuela se decidió dividir más a Euskal Herria, seguir denegándole por medio de las armas el derecho de autodeterminación que le corresponde y un largo etc. Posteriormente, la izquierda abertzale lo ha defendido con coherencia, y lo ha pagado caro, la soberanía de Euskal Herria, mientras otras fuerzas caían en las firmes redes de España.

También en este aspecto miramos con optimismo el futuro. Ya que no existe comparación posible entre la escasez y la podredumbre de los frutos recogidos en estos últimos veinte años y el color de los que podamos recoger en el camino de la soberanía. Han sido años largos, pero al final es reconfortante comprobar que también los otros caen en la cuenta de cuáles son los pasos principales que hay que dar para lograr la independencia. La libertad del futuro siempre será mejor que la actual dependencia. Eso no quiere decir que el camino que tenemos delante no es difícil y que no esté lleno de peligros. Todos los abertzales de izquierdas y demócratas debemos responder con total honestidad y dignidad al reto que tenemos delante; observando la posición ciega y cerrada de España y Francia. Nuestro deseo profundo es, por tanto, que no sólo sea la izquierda abertzale la que trabaje en esa tarea que es de todos. Pero, aunque fuera así, nosotros seguiremos adelante con la misma alegría y pasión que hasta ahora siguiendo el camino que nos han mostrado miles de ciudadanos vascos y gudaris.

El reto que tenemos delante

Hemos dicho al comienzo de este comunicado que el principal reto y la característica central de la fase política que tenemos delante es poner la base para que Euskal Herria logre su soberanía desde su integridad superando las fronteras autonómicas y estatales. Ya que no estamos en el mismo lugar que antes, no vamos sólo a "recuperar" la oportunidad perdida hace 20 años, sino a dar un paso más importante, debemos poner los pilares de esa Euskal Herria del futuro, el reto que nos corresponde es defiir claramente donde se construirá nuestra casa. Ya que no hay dos o tres Euskal Herrias. Existe una sola, con sus vivencias y realidades diferentes: lingüísticas, sociales, económicas y también de tradiciones. ¡Esa es la esencia de un pueblo!.

Teniendo en cuenta todas esas realidades diferentes entre todos los abertzales, demócratas y progresistas, nos corresponde realizar la labor de vanguardia en la construcción de un marco político que contenga en su seno al conjunto de Euskal Herria. Y en esa labor motivadora tienen cabida, voz y quehacer todos los agentes del conjunto de la sociedad de Euskal Herria.

El logro de la soberanía no se puede casar con las políticas interesadas y partidistas que llevan al fortalecimiento de España y de Francia. Hay que terminar de repente con todos los espacios de colaboración y pactos con España y con todos los pactos secretos que sojuzgan económicamente a nuestro pueblo.

La primera labor que tenemos como Euskal Herria es comenzar a "pensar". Entre todos. Y asimilar cual es la verdadera situación económica, lingüística, cultural de nuestro pueblo. Y posteriormente, impulsar proyectos que tendrán en cuenta al conjunto de Euskal Herria, tanto en lo referente a los derechos lingüísticos como a la organización territorial, el desarrollo económico o los derechos sociales.

Las fuerzas favorables a la soberanía de Euskal Herria deben lograr acuerdos de mínimos.

Y en el mismo plano, será tarea de todos hacer frente a quienes son enemigos de ese proyecto y lo seguirán siendo. Es hora de la tan poco utilizada persecución social que tanto subrayan quienes condenan el uso de las armas.

Decíamos al principio que no podíamos cerrar los ojos ante la situación de Euskal Herria. En Euskal Herria una gran parte de la sociedad vive una "situación de excepción", bajo la excusa de ir contra una opción política concreta, en Euskal Herria se está condicionando el futuro. Un proyecto político consensuado como el que estamos impulsando, nos va a llevar a hacer frente a las consecuencias que nos va a traer la oposición a España y a Francia. Sin duda. Para ello también será necesaria la valentía. Será necesaria la valentía para decir que las fuerzas armadas que son extranjeras están de sobra en nuestro pueblo y para llevar adelante sin descanso todas las labores grandes y pequeñas con el fin de expulsarlas. Es hora, por tanto, de que aquello que se haga, bien o mal, se critique, se tome conciencia de lo que no se hace y de enfrascarse en esas labores. Que no es este paso de ETA.

Antes de mencionar nuestra decisión y nuestro llamamiento concreto consideramos imprescindible establecer o definir la fase política que tenemos delante, por la confusión que pueden motivar las últimas especulaciones, expectativas y declaraciones de los últimos días. Ya que no es nada correcto que nadie se engañe con los juegos de palabras de los políticos profesionales.

El objetivo no es la "pacificación" que propone un Ardanza que ha guiado durante una larga década la "españolización", y mucho menos dar a esa "pacificación" una "apariencia" política para "tranquilizar la conciencia" de la izquierda abertzale o para su autoengaño. Es necesario ser más valiente que todo eso en estos momentos, dado que nos encontramos ante una nueva situación. Estarán engañando a la sociedad quienes buscan detrás de este profundo paso de Euskadi Ta Askatasuna la "normalización", la consolidación del marco actual y una paz sin que nada cambie.

Eso será tan falso como que el problema de Euskal Herria es que ETA hace frente al enemigo a través de la lucha armada. No habrá paz si no se asienta sobre los derechos de Euskal Herria. Ya que esa es la esencia o el nucleo del conflicto que vivimos: que se le deniegan sus derechos a Euskal Herria, que no somos dueños de nosotros mismos para organizar la sociedad como queremos. ETA ha dado su paso más importante, ahora corresponde a los otros seguir adelante en el hueco que queda ahí y de una forma valiente además. Ya lo hemos dicho anteriormente, no es tiempo de tibiezas, cálculos egoistas o partidistas: tenemos por ganar Euskal Herria.

Declaración anexa

La organización socialista y revolucionaria para la liberación nacional vasca ETA hace la siguiente declaración ante la sociedad vasca y para poner de manifiesto al conjunto de la opinión pública internacional.

  1. Que aunque para la construcción de Euskal Herria es necesario el trabajo y el esfuerzo de todos los ciudadanos, hasta el momento sólo la izquierda abertzale ha respondido a ese quehacer con una actitud clara y profunda. Hemos tenido que andar un camino largo, duro y enrevesado hasta hoy como pago a ese quehacer soportando la represión y todo tipo de agresiones. Pero gracias al trabajo realizado, hoy día vemos oportunidades únicas para que surjan nuevos acuerdos y puntos de unión en el camino de la independencia de Euskal Herria compartiendo esfuerzos. ETA por su parte, en este nuevo camino de acuerdos quiere manifestar su total voluntad de seguir adelante y declara que está a la expectativa de la concreción de similares voluntades y esfuerzos.

  2. En este sentido, ETA hace un llamamiento público a partidos políticos, sindicatos, agrupaciones culturales, agrupaciones sociales y a todos los ciudadanos vascos para que la fase política que tenemos delante sea la de la soberanía, para que tomen los compromisos necesarios y adopten los pasos concretos.

  3. Entre todos los pasos, uno de los que más importancia tiene será la superación de la división institucional y estatal; para ello será necesario dar los pasos eficaces para que se cree una institución única y soberana que acoja en su seno a Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa.

  4. En caso de que se unan las fuerzas políticas y sociales que tienen este mismo objetivo, en el camino de esa estructura institucional superior, Euskadi Ta Askatasuna asume el compromiso público de aplaudir, proteger e impulsar cualquier iniciativa que pretenda superar la división institucional y estatal actual. Y por ello, pide ese mismo compromiso, esfuerzo e iniciativa a quienes hasta ahora han estado lejos de esa tarea o de quienes se han mostrado tibios.

  5. Las fuerzas favorables a los derechos democráticos y a la construcción de Euskal Herria deben promover acuerdos y dinámicas alrededor de las necesidades mínimas.

  6. Los proyectos de Euskal Herria y España o Francia chocan de frente. El conflicto centenario nos ha dejado claro a los ciudadanos vascos que no hay lugar para avanzar como ciudadanos vascos y para desaparecer bajo la dependencia de España y Francia. Por tanto, consideramos imprescindible que quienes se muestran de acuerdo con los puntos anteriores rompan con las ataduras y los acuerdos con quienes defienden e impulsan los deseos sojuzgadores de España y Francia. Es la hora de hacer una apuesta clara y absoluta por la soberanía. Es la hora de romper ataduras y acuerdos con las fuerzas políticas que tienen como fin la desaparición de Euskal Herria. En consecuencia, es hora de acabar con los partidos, estructuras institucionales y represoras que tienen por objetivo la construcción de España y Francia y la desaparición de Euskal Herria.

  7. Teniendo en cuenta las oportunidades que existen en la actual situación de Euskal Herria y el deseo de encaminarse hacia la soberanía, Euskadi Ta Askatasuna manifiesta su intención de una suspensión ilimitada de sus acciones armadas limitándose únicamente sus funciones a las tareas habituales de suministro, mantenimiento de las estructuras y a su derecho de defensa en hipotéticos enfrentamientos. Este alto el fuego general comenzará el 18 de septiembre de 1998.

  8. Siendo el objetivo de todos el respeto de la realidad de Euskal Herria, sus derechos y de las decisiones adoptadas en libertad, y siendo el objetivo y el deseo de Euskadi Ta Askatasuna que la sociedad vasca asuma por completo la responsabilidad para lograr la independencia, esperamos que la respuesta que vayamos a recibir sea de la misma magnitud que el paso adoptado, y queremos manifestar que desde este momento en adelante los acontecimientos futuros puedan determinar el carácter definitivo de esta suspensión. "ETA a través de este comunicado quiere hacer llegar a la sociedad vasca la lectura que realiza sobre el momento histórico que vive nuestro pueblo y la decisión que ha tomado en consecuencia.