ACTIVIDAD 9: ESCUCHAR A LAS VÍCTIMAS


Después de haber trabajado el tema de las violaciones de los derechos humanos y la impunidad en Guatemala, a raíz de la querella presentada por Rigoberta Menchú, os proponemos una actividad que nos ayude a reflexionar por qué no se puede imponer el olvido de todo lo que sucedió. Una manera de hacerlo es escuchar cuáles eran las demandas de las víctimas. Para hacerlo trabajaremos con los testigos que recogió el "Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica", conocido como Proyecto REMHI.

Las principales demandas que hacían en las entrevistas las víctimas del conflicto armado son las siguientes:

  1. Que se defiendan los derechos humanos
  2. Que se conozca la verdad
  3. Que se haga justicia
  4. Que se lleven a cabo cambios sociales que permitan la paz
  5. Que se repare socialmente a los sobrevivientes
  6. Que se reconozca la memoria de los muertos y desaparecidos

A partir de este listado, ordena cada uno de estos testimonios según la demanda a la cual hace referencia:

Al estar grabando esto me siento tranquila porque sé que este testimonio que estoy dando es para bien de todos nosotros los que sufrimos esas tormentas. Nos sentimos contentos. Yo entiendo que es un bien para nosotros, todos nuestros demás hermanos lo pensarán así, lo sentirán y todos aquellos que dieron sus testimonios también. Caso 6029, San Francisco, Huehuetenango, 1982.

Para evitar que se repitan estos hechos de violencia es necesario que se eliminen las patrullas civiles, los soldados, los militares que han hecho tantas masacres, que se firmen los acuerdos de paz y que la Iglesia Católica siga apoyando este proceso de paz. Caso 4789, Masacre Finca La Estrella, Chajul, Quiché, 1981.

La sangre corrió, la sangre fue derramada aquí en santa tierra, fueron sembradas las semillas de la paz y la justicia, la verdad, la igualdad, el respeto, eso es lo que necesitamos ahora, que se tome en cuenta a los que ofrendaron sus vidas, que se tome en cuenta a los que ofrendaron por el pueblo maya, pueblo indígena, pueblo no indígena, ladinos pobres. Se pide al Ajau, el creador del cielo y la tierra, y a los hermanos difuntos que ofrendaron sus vidas. Ellos que intercedan por nosotros, todos aquí en la sagrada tierra, ya no se acepta ver ese dolor. Caso 3101, Uspantán, Quiché, 1981.

Para que no se repitan estos hechos, se debe trabajar en paz, primero con la familia, después con la comunidad. Trabajar con los que quedaron en Guatemala, que no salieron al refugio, luchar por vivir felices, como era antes de la violencia. Conocer los derechos de la persona humana, recuperar el valor de la autoridad civil, y que el gobierno se comprometa a cumplir la ley y la Constitución. Caso 0977, Masacre Santa María Tzejá, Ixcán, Quiché, 1981.

Ya no más armas, lo que se necesita es la inmediata desactivación de los aparatos clandestinos del gobierno y también es necesario presentarlo a la Comisión de la Verdad y ante los ojos del mundo entero para que sean testigos de qué es lo que está pasando con nosotros, los pobres, la discriminación y la violación nuestros derechos. Caso 568, Cobán, Alta Verapaz, 1981.

Es bueno que nosotros pensemos o sepamos por qué murió él. Ojalá que lo recordemos siempre. Hay que recordarles a nuestros hijos cómo fue que murió, o sea que nosotros podamos saber por qué él murió, para que ya no vuelva a suceder esto. Caso 226, Aldea Yichlaj Witz Yalaj, San Miguel, Acatán, 1979.

Pues lo que yo pienso es que siempre hay que denunciar públicamente los hechos que hemos visto, no podemos callar. Caso 1780, Jocotán, Chichimula, 1967.

Ahora estoy contento que ya di mi testimonio porque este testimonio que di va a quedar como historia. Yo no tengo nada, ya me quité todo el dolor por dar mi testimonio. Caso 3967, Caserío Pal, Cotzal, Quiché, 1981.

Lo que espero es que un día el Ejército va a reconocer todo lo que ha hecho y que no sigan, verdad, violando la ley, da cólera, sólo pobres seguimos. Caso 0785, Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché, 1991.

Ojalá que se busquen unas leyes para dar un su par de castigos, porque quitar la vida yo creo que no sale, digo yo, castigo sí. Un castigo sí, porque quitar la vida yo creo que no. Entonces ya nos volvemos asesinos otra vez. Caso 1274, Pueblo Chajul, Quiché, 1982.

Que estos hechos de violencia no vuelva a suceder y para que las santas autoridades no vuelvan a hacer esa injusticia, porque entre ellos habían decidido terminar a los trabajadores, o sea al campesinado más bien. Caso 1316, Aldea Parraxtut, Sacapulas, Quiché, 1983.

Al estar grabando esto me siento tranquila porqué sé que este testimonio que estoy dando es para el bien de todos nosotros los que sufrimos esas tormentas. Nos sentimos contentos. Yo entiendo que es un bien para nosotros, todos nuestros demás hermanos lo pensaron así, lo sentirán y todos aquellos que dieron sus testimonios también. Caso 6029, San Francisco, Huehuetenango, 1982.

Yo diría que va a depender del esfuerzo del pueblo para poder enjuiciarlos en algún futuro corto o largo, verdad, es la única esperanza, nada más que tal vez un día se termine para siempre. Caso 7336, Patzún, Chimaltenango, 1984.

Esperamos que haya mayor apoyo para tener una vida como personas, que no se viole los derechos de cada uno de nosotros porque tenemos una identidad como personas, tenemos ese derecho. También espero que quede plasmado en un papel para que las autoridades tomen cartas en el asunto y que los derechos humanos sean respetados. Caso 6009, Aldea Jolomar, Huehuetenango, 1993.

Lo que queremos es que haya procesos en contra de los hechores o responsables para que prueben, ya que no les dio lástima dañar a nuestras familias, que haya una justicia legal, que se investigue a todos los responsables de estos mártires porque ellos están contentos y tranquilos con dos o tres casas, mujeres, carros, tiendas. Caso 5339, Masacre Plan de Sánchez, Rabinal, Baja Verapaz, 1982.

Yo deseo que haya una ley, que haya una justicia que castigue a los culpables, que castigue a los que han hecho mal. Que haya esa ley que castigue para que no vuelvan a suceder estas cosas, porque si las cosas que han hecho, la violencia que ha desaparecido a nuestros hermanos se queda así, quiere decir que no existe una ley, que no existe una justicia, entonces lo seguirán haciendo sin ningún temor, sin ninguna pena, ellos tendrán toda la libertad para hacer lo que quieran. Caso 5910, Sayaxché, Petén, 1988.

De entre los soldados depende: hay muchos que hacían estas masacres porque les obligaban, otros sí que eran abusivos. A los responsables del Ejército habría que retirarlos y que pusieran a otros nuevos para que haya democracia y respeto. También me parece mal que los militares retirados tengan un sueldo, dinero del pueblo. Mejor que trabajen, como trabajamos los campesinos. Caso 1280, Masacre Caserío Palob, Nebaj, Quiché, 1980.

Tenemos un sólo Dios y nuestra dignidad; quiero que apliquen la justicia sobre los responsables, porque si seguimos sin ley no es bueno. Caso 0577, San Pedro Chicaj, Cahabón, Alta Verapaz, 1981.

Yo pienso que hacer un llamado a las víctimas de esta situación desde años atrás, no desde el año 83 sino años atrás, para contribuir a llegar a una justicia, porque yo no me voy a quedar callada. Eso que yo voy a perdonar: perdono al ver que algunos de ellos estén detrás de la reja, eso que quede claro. Ni aquí ni en ningún lugar voy a perdonar que se quede así, es imposible. Caso 2155, Tactic, Alta Verapaz, 1983.

Quiero saber si lo mataron, que se investigue bien para que se clarifique por qué lo acusaron. Pedir al juzgado su aparición, aunque sean sus restos y luego encarcelar al responsable. Caso 3107, Santa cruz Sebax, Senahú, Alta Verapaz, 1988.

Para que se eviten esos hechos de violencia que sucedieron y que siguen sucediendo, lo primero es que las autoridades hagan cumplir la ley, que se recojan tantas armas que andan para arriba y para abajo, que son las que han hecho la violencia, y que los comisionados militares terminen, porque son los que han hecho tanto daño al pueblo de Guatemala. Caso 6456, Morales, Izabal, 1968.

Ojalá el presidente le dé tierras a la gente que no tienen dónde trabajar y son pobres, hay gente que sólo tiene cinco cuerdas o diez cuerdas de tierra y a veces solo donde hacer su casa y no tiene tierra donde trabajar y están abandonadas. Caso 6255, Aldea Lajcholaj, San Rafael la Independencia, Huehuetenango, 1984.

Bueno, yo pienso qué se debería hacer para evitar esto se repita. Lo que yo pienso es organizar en las organizaciones populares y conocer cuál es nuestro derecho como personas, cuál es nuestro compromiso y también dejar el miedo por un lado, porque el miedo es lo que más nos afecta. Porque a través del miedo nos hemos dejado callar, pero en este tiempo se nos está abriendo este espacio de hablar. Entonces para mí es algo más importante que nosotros vamos a dejar este miedo, para que sólo así se puede lograr este respeto de los unos a los otros. Caso 2692, La Puerta, Chinique, Quiché, 1982.

Por eso nosotros buscamos una solución y el gobierno también tiene que buscar solución a nosotros para que su Ejército no nos venga a molestar a donde estamos, que lo retire. Ya no queremos más guerra. Caso 0717, Senococh, Uspantán, Quiché, 1988.

Que esta situación no se vuelva a repetir. Creo que tal vez en base a desarrollo, a una educación para nosotros, para todos los ciudadanos de Guatemala. Pero que realmente respeten nuestros derechos como indígenas, porque soy indígena y tengo mis derechos y tengo voz para decir algo. Caso 2176, Aldea Salquil, Nebaj, Quiché, 1980.

Quiero que paguen nuestros animales, el gobierno o el Ejército, pues no estoy conforme que antes fuimos a la costa para hacer las cosas y comprar animales para que el gobierno y el Ejército los mataran. Estoy de acuerdo de ir a reclamar al gobierno para que pague todos sus hechos. (…) Pues que devuelvan estas pérdidas que hemos tenido, que nos mande medicina para curarnos, que compre mi corte que me quemaron, mi ropa, mi rebozo, una mi tinaja que yo tenía. Caso 4079, Aldea Sumal, Quiché, 1980.

Queremos que el gobierno nos devuelva nuestros animales y nuestras cosas, como maíz, casa y frijoles, materiales, azadón, machete, como nuestras tierras porque estamos muy pobres y no tenemos dinero… Tampoco tenemos dónde ganar, porque teníamos piedras de moler y las quebraron. Caso 3907, Nebaj, Quché, 1980.

Mi nena tiene seis años. Pido ayuda para ella y para darle estudio cuando crezca. Y un instituto básico para todos estos huérfanos. Caso 117, Santo Tomás Ixcán, Quiché, 1991.

Sería bueno que le digamos a las leyes que les digan a los de la Municipalidad que se pierda, que se borre el nombre de los muertos, para que queden libres y ya no tengamos problemas. Queremos que se vaya con las leyes para que se pierdan los nombres, se recojan los muertos, que se recojan sus huesos de los muertos, eso es lo que pensamos. Caso 10514, Masacre Sawachil, Alta Verapaz, 1980.

Me alegré mucho cuando escuché que estaban recogiendo los nombres de todos los que murieron, por eso es que me vine contigo, porque quiero que se recojan los restos de toda mi familia que fueron asesinados, quiero que vengan a escarbar los restos de todos, cuando escuchamos que estaban recogiendo nombres me vine, tan sólo juntamos nuestro pasaje con mi esposo y mis hijos y nos venimos. Caso 10583, Las Ruinas, Chisec, Alta verapaz, 1982.

Lo primero que queremos es que nos apoyen para darle su cristiana sepultura a esos hermanos que está en ese lugar, están metidos en ese lugar abandonado. Y lo segundo nuestra comunidad está olvidada totalmente por el Gobierno, no tenemos comunicaciones, caminos; no tenemos nada reconocido por el gobierno, nos tiene abandonados... Cuando se dé trámite queremos que vengan autoridades nacionales e internacionales para verificar los hechos, queremos la verdadera justicia. Caso 560, Cobán, Alta Verapaz, 1981.

Tenemos que volvernos a unir y exigir nuestros derechos. Lo que yo exijo ahora es que el gobierno me pague los daños. Nosotros vivimos a través de nuestros coches, gallinas, pues no tenemos otro negocio. También el pueblo exige lo que ha perdido, porque sólo de eso vivimos. El Ejército quiere terminar con nosotros porque no quiere que nos superemos. Nuestros abuelos decían que es un deber del gobierno ayudar, pero entraron los malos gobiernos y ya no nos ayudaron. Caso 3909, Aldea Xemal, Quiché, 1980.

Ojalá que quede escrito todo esto para que estos niños pequeños de ahora lo sepan algún día y tratar de evitar que vuelva a ocurrir esto. Hace 15 años que desenterramos a todos nuestros muertos y hasta ahora no se ha tomado como un cementerio, pero nosotros sabemos que ahí están y así es como lo queremos. Caso 11418, Caserío El Limonar, Jacaltenango, Huehuetenango, 1982.

Exigirles a los que los entregaron a ellos que entreguen los restos. Así me quedo yo más tranquila y mis hijos y mis nietos. Vamos, ir a ver los restos y colocarlos donde mero se lo merecen, eso quiero yo. Caso 5304, Aldea Chivac, Salamá, Baja Verapaz, 1982.

Que nos respeten nuestro derecho como guatemaltecos que somos, porque cuando hablamos, cuando hacemos alguna manifestación por alguna cosa, es porque realmente lo necesitamos, por eso lo hacemos; no tenemos energía eléctrica, no tenemos carreteras, no tenemos agua potable, no tenemos escuelas, muchas cosas nos hacen falta, pues. Caso 7727, Caserío Palob, Nebaj, Quiché, 1982.

Que el gobierno haga una justicia cabal, porque también que lo haga retirar estas gentes malas, pues es su responsabilidad. Porque si estas gentes que hicieron todos los daños siguen todavía en su responsabilidad puede ser que la represión vuelva. Caso 1271, Pueblo Chajul, Quiché, 1985.




Listado de testimonios ordenados por demandas para el profesor/a:
  1. Que se defiendan los derechos humanos

    Esperamos que haya mayor apoyo para tener una vida como personas, que no se viole los derechos de cada uno de nosotros porque tenemos una identidad como personas, tenemos ese derecho. También espero que quede plasmado en un papel para que las autoridades tomen cartas en el asunto y que los derechos humanos sean respetados. Caso 6009, Aldea Jolomar, Huehuetenango, 1993.

    Que nos respeten nuestro derecho como guatemaltecos que somos, porque cuando hablamos, cuando hacemos alguna manifestación por alguna cosa, es porque realmente lo necesitamos, por eso lo hacemos; no tenemos energía eléctrica, no tenemos carreteras, no tenemos agua potable, no tenemos escuelas, muchas cosas nos hacen falta, pues. Caso 7727, Caserío Palob, Nebaj, Quiché, 1982.

    Bueno, yo pienso qué se debería hacer para evitar esto se repita. Lo que yo pienso es organizar en las organizaciones populares y conocer cuál es nuestro derecho como personas, cuál es nuestro compromiso y también dejar el miedo por un lado, porque el miedo es lo que más nos afecta. Porque a través del miedo nos hemos dejado callar, pero en este tiempo se nos está abriendo este espacio de hablar. Entonces para mí es algo más importante que nosotros vamos a dejar este miedo, para que sólo así se puede lograr este respeto de los unos a los otros. Caso 2692, La Puerta, Chinique, Quiché, 1982.

    Que esta situación no se vuelva a repetir. Creo que tal vez en base a desarrollo, a una educación para nosotros, para todos los ciudadanos de Guatemala. Pero que realmente respeten nuestros derechos como indígenas, porque soy indígena y tengo mis derechos y tengo voz para decir algo. Caso 2176, Aldea Salquil, Nebaj, Quiché, 1980.

  2. Que se conozca la verdad

    Al estar grabando esto me siento tranquila porque sé que este testimonio que estoy dando es para bien de todos nosotros los que sufrimos esas tormentas. Nos sentimos contentos. Yo entiendo que es un bien para nosotros, todos nuestros demás hermanos lo pensarán así, lo sentirán y todos aquellos que dieron sus testimonios también. Caso 6029, San Francisco, Huehuetenango, 1982.

    Es bueno que nosotros pensemos o sepamos por qué murió él. Ojalá que lo recordemos siempre. Hay que recordarles a nuestros hijos cómo fue que murió, o sea que nosotros podamos saber por qué él murió, para que ya no vuelva a suceder esto. Caso 226, Aldea Yichlaj Witz Yalaj, San Miguel Acatán, 1979.

    Pues lo que yo pienso es que siempre hay que denunciar públicamente los hechos que hemos visto, no podemos callar. Caso 1780, Jocotán, Chichimula, 1967.

    Ahora estoy contento que ya di mi testimonio porque este testimonio que di va a quedar como historia. Yo no tengo nada, ya me quité todo el dolor por dar mi testimonio. Caso 3967, Caserío Pal, Cotzal, Quiché, 1981.

    Al estar grabando esto me siento tranquila porqué sé que este testimonio que estoy dando es para el bien de todos nosotros los que sufrimos esas tormentas. Nos sentimos contentos. Yo entiendo que es un bien para nosotros, todos nuestros demás hermanos lo pensaron así, lo sentirán y todos aquellos que dieron sus testimonios también. Caso 6029, San Francisco, Huehuetenango, 1982.

    Lo que espero es que un día el Ejército va a reconocer todo lo que ha hecho y que no sigan, verdad, violando la ley, da cólera, sólo pobres seguimos. Caso 0785, Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché, 1991.

  3. Que se haga justicia

    Que el gobierno haga una justicia cabal, porque también que lo haga retirar estas gentes malas, pues es su responsabilidad. Porque si estas gentes que hicieron todos los daños siguen todavía en su responsabilidad puede ser que la represión vuelva. Caso 1271, Pueblo Chajul, Quiché, 1985.

    Ojalá que se busquen unas leyes para dar un su par de castigos, porque quitar la vida yo creo que no sale, digo yo, castigo sí. Un castigo sí, porque quitar la vida yo creo que no. Entonces ya nos volvemos asesinos otra vez. Caso 1274, Pueblo Chajul, Quiché, 1982.

    Que estos hechos de violencia no vuelva a suceder y para que las santas autoridades no vuelvan a hacer esa injusticia, porque entre ellos habían decidido terminar a los trabajadores, o sea al campesinado más bien. Caso 1316, Aldea Parraxtut, Sacapulas, Quiché, 1983.

    Yo deseo que haya una ley, que haya una justicia que castigue a los culpables, que castigue a los que han hecho mal. Que haya esa ley que castigue para que no vuelvan a suceder estas cosas, porque si las cosas que han hecho, la violencia que ha desaparecido a nuestros hermanos se queda así, quiere decir que no existe una ley, que no existe una justicia, entonces lo seguirán haciendo sin ningún temor, sin ninguna pena, ellos tendrán toda la libertad para hacer lo que quieran. Caso 5910, Sayaxché, Petén, 1988.

    Yo diría que va a depender del esfuerzo del pueblo para poder enjuiciarlos en algún futuro corto o largo, verdad, es la única esperanza, nada más que tal vez un día se termine para siempre. Caso 7336, Patzún, Chimaltenango, 1984.

    Lo que queremos es que haya procesos en contra de los hechores o responsables para que prueben, ya que no les dio lástima dañar a nuestras familias, que haya una justicia legal, que se investigue a todos los responsables de estos mártires porque ellos están contentos y tranquilos con dos o tres casas, mujeres, carros, tiendas. Caso 5339, Masacre Plan de Sánchez, Rabinal, Baja Verapaz, 1982.

    Tenemos un sólo Dios y nuestra dignidad; quiero que apliquen la justicia sobre los responsables, porque si seguimos sin ley no es bueno. Caso 0577, San Pedro Chicaj, Cahabón, Alta Verapaz, 1981.

    Yo pienso que hacer un llamado a las víctimas de esta situación desde años atrás, no desde el año 83 sino años atrás, para contribuir a llegar a una justicia, porque yo no me voy a quedar callada. Eso que yo voy a perdonar: perdono al ver que algunos de ellos estén detrás de la reja, eso que quede claro. Ni aquí ni en ningún lugar voy a perdonar que se quede así, es imposible. Caso 2155, Tactic, Alta Verapaz, 1983.

    Quiero saber si lo mataron, que se investigue bien para que se clarifique por qué lo acusaron. Pedir al juzgado su aparición, aunque sean sus restos y luego encarcelar al responsable. Caso 3107, Santa cruz Sebax, Senahú, Alta Verapaz, 1988.

  4. Que se lleven a cabo cambios sociales que permitan la paz

    Por eso nosotros buscamos una solución y el gobierno también tiene que buscar solución a nosotros para que su Ejército no nos venga a molestar a donde estamos, que lo retire. Ya no queremos más guerra. Caso 0717, Senococh, Uspantán, Quiché, 1988.

    Para que se eviten esos hechos de violencia que sucedieron y que siguen sucediendo, lo primero es que las autoridades hagan cumplir la ley, que se recojan tantas armas que andan para arriba y para abajo, que son las que han hecho la violencia, y que los comisionados militares terminen, porque son los que han hecho tanto daño al pueblo de Guatemala. Caso 6456, Morales, Izabal, 1968.

    Para evitar que se repitan estos hechos de violencia es necesario que se eliminen las patrullas civiles, los soldados, los militares que han hecho tantas masacres, que se firmen los acuerdos de paz y que la Iglesia Católica siga apoyando este proceso de paz. Caso 4789, Masacre Finca La Estrella, Chajul, Quiché, 1981.

    Para que no se repitan estos hechos, se debe trabajar en paz, primero con la familia, después con la comunidad. Trabajar con los que quedaron en Guatemala, que no salieron al refugio, luchar por vivir felices, como era antes de la violencia. Conocer los derechos de la persona humana, recuperar el valor de la autoridad civil, y que el gobierno se comprometa a cumplir la ley y la Constitución. Caso 0977, Masacre Santa María Tzejá, Ixcán, Quiché, 1981.

    De entre los soldados depende: hay muchos que hacían estas masacres porque les obligaban, otros sí que eran abusivos. A los responsables del Ejército habría que retirarlos y que pusieran a otros nuevos para que haya democracia y respeto. También me parece mal que los militares retirados tengan un sueldo, dinero del pueblo. Mejor que trabajen, como trabajamos los campesinos. Caso 1280, Masacre Caserío Palob, Nebaj, Quiché, 1980.

    Ya no más armas, lo que se necesita es la inmediata desactivación de los aparatos clandestinos del gobierno y también es necesario presentarlo a la Comisión de la Verdad y ante los ojos del mundo entero para que sean testigos de qué es lo que está pasando con nosotros, los pobres, la discriminación y la violación nuestros derechos. Caso 568, Cobán, Alta Verapaz, 1981.

  5. Que se repare socialmente a los sobrevivientes

    Tenemos que volvernos a unir y exigir nuestros derechos. Lo que yo exijo ahora es que el gobierno me pague los daños. Nosotros vivimos a través de nuestros coches, gallinas, pues no tenemos otro negocio. También el pueblo exige lo que ha perdido, porque sólo de eso vivimos. El Ejército quiere terminar con nosotros porque no quiere que nos superemos. Nuestros abuelos decían que es un deber del gobierno ayudar, pero entraron los malos gobiernos y ya no nos ayudaron. Caso 3909, Aldea Xemal, Quiché, 1980.

    Quiero que paguen nuestros animales, el gobierno o el Ejército, pues no estoy conforme que antes fuimos a la costa para hacer las cosas y comprar animales para que el gobierno y el Ejército los mataran. Estoy de acuerdo de ir a reclamar al gobierno para que pague todos sus hechos. (…) Pues que devuelvan estas pérdidas que hemos tenido, que nos mande medicina para curarnos, que compre mi corte que me quemaron, mi ropa, mi rebozo, una mi tinaja que yo tenía. Caso 4079, Aldea Sumal, Quiché, 1980.

    Queremos que el gobierno nos devuelva nuestros animales y nuestras cosas, como maíz, casa y frijoles, materiales, azadón, machete, como nuestras tierras porque estamos muy pobres y no tenemos dinero… Tampoco tenemos dónde ganar, porque teníamos piedras de moler y las quebraron. Caso 3907, Nebaj, Quché, 1980.

    Ojalá el presidente le dé tierras a la gente que no tienen dónde trabajar y son pobres, hay gente que sólo tiene cinco cuerdas o diez cuerdas de tierra y a veces solo donde hacer su casa y no tiene tierra donde trabajar y están abandonadas. Caso 6255, Aldea Lajcholaj, San Rafael la Independencia, Huehuetenango, 1984.

    Mi nena tiene seis años. Pido ayuda para ella y para darle estudio cuando crezca. Y un instituto básico para todos estos huérfanos. Caso 117, Santo Tomás Ixcán, Quiché, 1991.

  6. Que se reconozca la memoria de los muertos y desaparecidos

    La sangre corrió, la sangre fue derramada aquí en santa tierra, fueron sembradas las semillas de la paz y la justicia, la verdad, la igualdad, el respeto, eso es lo que necesitamos ahora, que se tome en cuenta a los que ofrendaron sus vidas, que se tome en cuenta a los que ofrendaron por el pueblo maya, pueblo indígena, pueblo no indígena, ladinos pobres. Se pide al Ajau, el creador del cielo y la tierra, y a los hermanos difuntos que ofrendaron sus vidas. Ellos que intercedan por nosotros, todos aquí en la sagrada tierra, ya no se acepta ver ese dolor. Caso 3101, Uspantán, Quiché, 1981.

    Lo primero que queremos es que nos apoyen para darle su cristiana sepultura a esos hermanos que está en ese lugar, están metidos en ese lugar abandonado. Y lo segundo nuestra comunidad está olvidada totalmente por el Gobierno, no tenemos comunicaciones, caminos; no tenemos nada reconocido por el gobierno, nos tiene abandonados... Cuando se dé trámite queremos que vengan autoridades nacionales e internacionales para verificar los hechos, queremos la verdadera justicia. Caso 560, Cobán, Alta Verapaz, 1981.

    Sería bueno que le digamos a las leyes que les digan a los de la Municipalidad que se pierda, que se borre el nombre de los muertos, para que queden libres y ya no tengamos problemas. Queremos que se vaya con las leyes para que se pierdan los nombres, se recojan los muertos, que se recojan sus huesos de los muertos, eso es lo que pensamos. Caso 10514, Masacre Sawachil, Alta Verapaz, 1980.

    Exigirles a los que los entregaron a ellos que entreguen los restos. Así me quedo yo más tranquila y mis hijos y mis nietos. Vamos, ir a ver los restos y colocarlos donde mero se lo merecen, eso quiero yo. Caso 5304, Aldea Chivac, Salamá, Baja Verapaz, 1982.

    Me alegré mucho cuando escuché que estaban recogiendo los nombres de todos los que muerieron, por eso es que me vine contigo, porque quiero que se recojan los restos de toda mi familia que fueron asesinados, quiero que vengan a escarbar los restos de todos, cuando escuchamos que estaban recogiendo nombres me vine, tan sólo juntamos nuestro pasaje con mi esposo y mis hijos y nos venimos. Caso 10583, Las Ruinas, Chisec, Alta verapaz, 1982.

    Ojalá que quede escrito todo esto para que estos niños pequeños de ahora lo sepan algún día y tratar de evitar que vuelva a ocurrir esto. Hace 15 años que desenterramos a todos nuestros muertos y hasta ahora no se ha tomado como un cementerio, pero nosotros sabemos que ahí están y así es como lo queremos. Caso 11418, Caserío El Limonar, Jacaltenango, Huehuetenango, 1982.